Érase una vez el Diablo (V.O. Il était un fois il Diable, a.k.a. “Devil Story”)
Francia, 1985
Director: Bernard Launois
Género: Terror (serie Z)
Guión: Bernard Launois
Intérpretes: Véronique Renaud, Marcel Portier, Catherine Day, Nicole Desailly
Música: Paul Piot, Michel Roy
Argumento
En un apacible bosque, un ser monstruoso de rostro deforme ataviado con lo que parece ser un “uniforme nazi” emerge de una tienda de campaña y comienza a cometer una brutal serie de asesinatos.
Al mismo tiempo, una pareja que se encuentra de paso por la zona se refugia de una tormenta en la mansión de un anciano matrimonio. Los anfitriones explican a los jóvenes recien llegados que en esa comarca tienen lugar con frecuencia fenómenos extraños, especialmente en noches de tormenta, y “durante los equinoccios”. Hace unos siglos las costas adyacentes estaban repletas de piratas, que desvalijaban todo barco que osara tomar tierra. El viejo está convencido de que un misterioso caballo negro, que se deja ver de vez en cuando por las inmediaciones, encarna al Maligno.
La virulencia de la tormenta es cada vez mayor. Durante la noche, la chica no puede dormir y decide… salir de la casa que le sirve de refugio. (!?)
El anciano, por su parte, ha escuchado los relinchos del caballo negro, y también sale escopeta en ristre para tratar de liquidarlo. Pero el equino siempre esquiva sus disparos, y trota constantemente a su alrededor.
No lejos de allí, entre las ruinas de un caserón abandonado, viven el monstruo de la escena inicial con su madre, quien parece ser una bruja. Un cementerio se halla próximo. La tormenta continúa, y ambos se disponen a sacar de la cripta un sarcófago egipcio (¿traído en su día por los piratas?) La chica llega hasta donde están el desfigurado adefesio y la hechicera. La joven se cae en una zanja y sus gritos alertan al engendro y su madre. Mediante gestos y gruñidos, el monstruo le da a entender a la vieja que la chica se parece a alguien que ellos conocían. Tratan de encerrarla en una de las criptas, pero no llegan a colocar encima la losa, pues les sorprende el caballo negro, que, desbocado, ataca al monstruo desfigurándole la cara aún más si cabe. Mientras yace inconsciente, la muchacha logra zafarse de las garras de la bruja, y se dispone a escapar a través del bosque.