El caso está cerrado, olvídelo – Damiano Damiani, 1971

El caso está cerrado, olvídelo (V.O. L´istruttoria é chiusa, dimentichi)

Italia, 1971

Director: Damiano Damiani

Guión: Damiano Damiani, Massimo De Rita, Arduino Maiuri

Intérpretes: Franco Nero (Vanzi), Riccardo Cucciola (Pesenti), Patrizia Adiutori (Milena), Claudio Nicastro (Salvatore Rosa)

Música: Ennio Morricone

Género: Drama social, drama penitenciario

 

Argumento

El arquitecto Vanzi es acusado de homicidio por atropellar a un peatón y darse a la fuga. Aunque él insiste en su inocencia y en que no fue su coche el que segó la vida del infeliz, va a dar con sus huesos en la cárcel.

Allí, tras pasar la primera noche en una celda de aislamiento, es trasladado a un calabozo con otros cuatro o cinco presos. Éstos son delincuentes comunes, experimentados tras las rejas, que aprovechándose de la ingenuidad del recién llegado comienzan a hacerle “novatadas”. Sólo Campolini, un viejo y enfermo reo, no es un criminal profesional. Campolini terminó en la cárcel por ceder a la tentación de robar cierta cantidad cuando trabajaba en un banco.

El demacrado anciano se convierte en el único aliado de Vanzi en prisión. Los demás en la celda comienzan a hostigar al arquitecto, presionándolo para que les haga mandar de su familia artículos de lujo del exterior.

Tras una discusión con su abogado, Vanzi intenta acelerar el proceso para conseguir ser puesto en libertad. Pero por el momento sólo puede acceder a pequeños privilegios dentro de la cárcel. Por ejemplo se le permite, a cambio de una retribución económica a los funcionarios, verse en el departamento de radiología de la enfermería penitenciaria con una mujer, una presa de la sección femenina del centro. Tras un tórrido encuentro con la tal Milena debe regresar a su celda, donde los otros continúan atormenándolo. Especialmente molesto es un joven que ya acumula varias cadenas perpetuas por asesinatos. Ese psicópata puede matar a quien se le antoje, pues de todas maneras no tiene ya nada que perder.

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La Piovra I – Capítulo 6

La Piovra I

(Aquí puede leerse la INTRODUCCIÓN A LA SAGA DE “LA PIOVRA”)

Italia, 1984

 Director: Damiano Damiani

Guión: Nicola Badalucco, Lucio Battistrada, Massimo De Rita, Elio De Concini

Intérpretes: Michele Placido (Comisario Corrado Cattani), Nicole Janet (Else Cattani), Cariddi Nardulli (Paola Cattani), Barbara De Rossi (Raffaella “Titti” Pecci Scialoia), Angelo Infanti (Sante Cirinnà), Geoffrey Coppleston (Banquero Ravanusa), Jacques Dacqmine (Sebastano Cannito), Francois Périer (Abogado Terrasini), Florinda Bolkan (Condesa Olga Camastra)

Música: Riz Ortolani

Aquí puede leerse lo que sucedió en el capítulo anterior

Capítulo 6

Altero ha sido encargado por el fiscal para llevar la investigación contra el comisario Cattani, quien hasta el momento era su inmediato superior. Anna ataca a Cattani porque piensa que ha actuado con negligencia. Nadie sabe el motivo real por el cual el comisario ha actuado de esa manera, ni el calvario por el cual está pasando. El más honesto de todos es precisamente quien acaba bajo sospecha. Le acusan de “traición a la ética profesional”.

Sólo dos personas parecen confiar todavía en Cattani: Su esposa Else y su amante Titti. Ésta última acude a visitar a Corrado a su casa, pero él la rechaza. No quiere exponerla a riesgos innecesarios. Poco después, sin embargo, arrepentido de su brusquedad al echarla, sale a buscarla a la calle.

Los parientes de Titti quieren llevarla a una clínica privada para que se cure de su drogadicción. El párroco no piensa que sea una buena idea, pero la joven marquesa acepta el traslado. Mientras tanto, Cirinà está a punto de obtener la libertad condicional.

Else regresa a Sicilia y una vez en casa, Corrado le cuenta la verdad acerca de Paola. Ese es además el día en el que la hija de ambos se supone iba a ser liberada. Efectivamente, la niña es soltada en un parquet. Allí acuden poco después sus padres, pero Paola reacciona agresivamente ante su progenitor; está en estado de shock. Poco después, cuando la examinan en un hospital, sale a luz que durante su cautiverio fue violada. Su recuperación psicológica será lenta y larga, y para ello es llevada a un centro en Suiza, país del que procede su madre.

También Titti se recupera en una clínica… Allí va a verla Cirinà, que ha conseguido la condicional. Además de sus promesas de amor eterno y propuestas de matrimonio, el delincuente le trae a la convaleciente joven una dosis de heroína. También Anna quería visitar a Titti, pero Cirinà se entera de que la hermana de Franco está allí y la oblige violentamente a marcharse.

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La Piovra I – Capítulo 5

La Piovra I

(Aquí puede leerse la INTRODUCCIÓN A LA SAGA DE “LA PIOVRA”)

Italia, 1984

 Director: Damiano Damiani

Guión: Nicola Badalucco, Lucio Battistrada, Massimo De Rita, Elio De Concini

Intérpretes: Michele Placido (Comisario Corrado Cattani), Nicole Janet (Else Cattani), Cariddi Nardulli (Paola Cattani), Barbara De Rossi (Raffaella “Titti” Pecci Scialoia), Angelo Infanti (Sante Cirinnà), Geoffrey Coppleston (Banquero Ravanusa), Jacques Dacqmine (Sebastano Cannito), Francois Périer (Abogado Terrasini), Florinda Bolkan (Condesa Olga Camastra)

Música: Riz Ortolani

(Aquí puede leerse lo que sucedió en el capítulo anterior)

Capítulo 5

Los raptores le comunican a Cattani por teléfono que si quiere volver a ver a su hija con vida no puede hablar con nadie sobre lo sucedido. Cuando a la mañana siguiente le llama Else, el comisario debe mentirle, diciendo que la hija común de ambos se encuentra “con una amiga en la playa por unos días”.

Los secuestradores pretenden hacerle chantaje a Cattani: “De ahora en adelante, las órdenes las damos nosotros”. El comisario no tiene más remedio que obedecer. A todos los que preguntan por Paola les cuenta la misma historia de que está en la playa. Cattani se encuentra en los tribunales con el abogado Terraccini, quien le dice críptica y un tanto amenazadoramente que “Quien se dedica a pescar profundamente debe tener cuidado, pues a veces los peces más gordos pueden voltear la barca”.

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La Piovra I – Capítulo 4

La Piovra I

(Aquí puede leerse la INTRODUCCIÓN A LA SAGA DE «LA PIOVRA»)

Italia, 1984

 Director: Damiano Damiani

Guión: Nicola Badalucco, Lucio Battistrada, Massimo De Rita, Elio De Concini

Intérpretes: Michele Placido (Comisario Corrado Cattani), Nicole Janet (Else Cattani), Cariddi Nardulli (Paola Cattani), Barbara De Rossi (Raffaella «Titti» Pecci Scialoia), Angelo Infanti (Sante Cirinnà), Geoffrey Coppleston (Banquero Ravanusa), Jacques Dacqmine (Sebastano Cannito), François Périer (Abogado Terrasini), Florinda Bolkan (Condesa Olga Camastra)

Música: Riz Ortolani

(Aquí puede leerse lo que sucedió en el capítulo anterior)

Capítulo 4

Anna va a visitar a su hermano a prisión. Éste se encuentra en una situación de gran angustia y desesperación, teme que lo maten en cualquier momento. Cirinà está en la misma cárcel.

Mientras tanto, Cattani tiene serios indicios para solicitar una autorización judicial que le permita investigar las cuentas bancarias de ciertos importantes individuos de la localidad. Los movimientos de activos serán estudiados concienzudamente, para profundizar en la trama de lavado de dinero procedente del narcotráfico que se esconde tras los recientes asesinatos perpetrados en el municipio. El banquero Ravanusa y el abogado Terraccini se encuentran entre los sospechosos a investigar, así como la empresaria condesa Camastra.

Una noche, Franco es trasladado a otra celda, y la puerta es dejada abierta a propósito. Con la complicidad de los funcionarios de prisiones, dos otros presos entran y estrangulan al desventurado. Lo cuelgan de las rejas de su ventana para que parezca que se ha ahorcado.

Anna intuye que su hermano no su suicidó, sino que “lo suicidaron”. Cattani es de la misma opinión.

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La Piovra I – Capítulo 2

La Piovra I

(Aquí puede leerse la INTRODUCCIÓN A LA SAGA DE «LA PIOVRA»)

Italia, 1984

 Director: Damiano Damiani

Guión: Nicola Badalucco, Lucio Battistrada, Massimo De Rita, Elio De Concini

Intérpretes: Michele Placido (Comisario Corrado Cattani), Nicole Janet (Else Cattani), Cariddi Nardulli (Paola Cattani), Barbara De Rossi (Raffaella «Titti» Pecci Scialoia), Angelo Infanti (Sante Cirinnà), Geoffrey Coppleston (Banquero Ravanusa), Jacques Dacqmine (Sebastano Cannito), Francois Périer (Abogado Terrasini), Florinda Bolkan (Condesa Olga Camastra)

Música: Riz Ortolani

(Aquí puede leerse lo que sucedió en el capítulo anterior)

Capítulo 2

El ayudante del comisario Cattani ha sido asesinado poco antes de revelarle a su superior una información supuestamente relevante. En el entierro, el párraco don Alfredo realiza de nuevo una arenga contra la Mafia. Cattani piensa ahora que los crímenes y misteriosas muertes que están sucediéndose en la ciudad siciliana no son hechos aislados, sino que forman parte de toda una trama.

Cattani va a ver al hermano de Anna en prisión, pero éste niega empecinadamente haber revelado información alguna al agente Leo Di Maria. Asegura que sólo quería conocerle porque iba a casarse con su hermana. Es muy probable que Franco Caruso le tendiese una trampa al joven policía por encargo de sus superiores en el seno de la Mafia.

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La Piovra I – Capítulo 1

La Piovra I

(Aquí puede leerse la INTRODUCCIÓN A LA SAGA DE «LA PIOVRA»)

Italia, 1984

 Director: Damiano Damiani

Guión: Nicola Badalucco, Lucio Battistrada, Massimo De Rita, Elio De Concini

Intérpretes: Michele Placido (Comisario Corrado Cattani), Nicole Janet (Else Cattani), Cariddi Nardulli (Paola Cattani), Barbara De Rossi (Raffaella «Titti» Pecci Scialoia), Angelo Infanti (Sante Cirinnà), Geoffrey Coppleston (Banquero Ravanusa), Jacques Dacqmine (Sebastano Cannito), Francois Périer (Abogado Terrasini), Florinda Bolkan (Condesa Olga Camastra)

Música: Riz Ortolani

Capítulo 1

En una pequeña ciudad siciliana ha sido asesinado el comisario Marineo, jefe de la policía local. Para sustituirlo, llega allí procedente de la península el comisario Corrado Cattani, junto a su esposa Else y su hija Paola. La primera misión de Cattani una vez en Sicilia consiste en esclarecer la muerte de su predecesor. Un agente del lugar le explica quién es quién en la ciudad durante el entierro de Marineo. El párroco, don Alfredo, pronuncia un sermón contra la Mafia.

Al mismo tiempo del asesinato del comisario, otro trágico suceso ha conmovido a la población: La marquesa de Scialoia se ha suicidado, y también los funerales de ella tienen lugar. Allí acuden importantes personalidades del mundo de las finanzas, los negocios y la aristocracia. Entre ellos una condesa viuda llamada Olga Camastra, que se dedica al mundo de la construcción. También está presente la hija de la difunta, una joven de aspecto enfermizo apodada Tití. Cattani observa como un hombre la toma en brazos cuando la joven se desvanece. Se trata de un individuo llamado Cirinà que al parecer está relacionado con la Mafia, según le explica a su nuevo jefe el policía local que le acompaña.

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Introducción a la saga de miniseries «La Piovra» 1984-2001

Introducción a la saga de miniseries „LA PIOVRA“ (1984-2001)

 Nota: El siguiente artículo incluye una descripción a grosso modo de la trama de la serie pero sin realizar spoilers. La lectura es por tanto también apta para aquellos que no hayan visto los episodios y estén interesados en hacerlo. Próximamente se irán publicando de manera regular los análisis pormenorizados de cada capítulo y de todas las entregas, que sí estarán repletos de “spoilers”.

 Trasfondo y datos previos

Entre 1984 y 2001 fue emitida a través de la cadena RAI de la televisión italiana una saga de mini-series llamada “La Piovra” (“El Pulpo”). Los observadores más simplistas y superficiales calificarían la temática de éstos telefilms como “de mafia”, pero lo cierto es que el contenido va mucho más allá del simple thriller gangsteril, transcendiendo la dicotomía de “policías contra bandidos” … Eso ya está implícito en el simbólico título de la saga; pues “la Mafia” es tan solo uno de los muchos tentáculos de ese gran “Pulpo” monstruoso, el Poder Oculto, ese engranaje corruptor enquistado en el mundo de la política y las altas finanzas. El crimen organizado (o la Mafia en el caso específico italiano), es tan solo una de las caras más visibles y mediáticas de un mecanismo global de dimensiones mucho más amplias y siniestras.

La estructura de la cadena de miniseries es poco habitual: “La Piovra” cuenta con diez entregas, de entre cinco y siete capítulos cada una, siendo cada entrega una miniserie en sí misma. En cada sesión se cuenta una historia distinta, pero que sin embargo está hilvanada con acontecimientos que tienen que ver con lo sucedido en entregas anteriores, y en la que intervienen personajes que ya habían aparecido previamente. De un modo u otro, los hechos ocurridos y sus protagonistas siempre están enlazados a lo largo de la cadena de diez entregas (de 1984 a 2001). Excepto en las dos primeras sesiones, cada capítulo tiene la duración de un largometraje.

Sinopsis general

Todo empieza cuando el comisario Corrado Cattani se traslada a una pequeña ciudad siciliana con la misión de investigar el asesinato de su predecesor. Una vez allí va descubriendo poco a poco que el homicidio no forma parte de una habitual venganza mafiosa, que no se trata de un rutinario ajuste de cuentas; sino que tras el crimen se esconden aspectos sumamente inquietantes de una trama mucho más enrevesada, en la que están implicados numerosos ciudadanos “respetables” de esa localidad: El banquero Ravanusa, el abogado Terrasini, la condesa Olga Camastra…

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Tengo miedo (V.O. Io ho paura) – Damiano Damiani, 1977

Tengo miedo (V.O. Io ho paura)

Italia, 1977

Director: Damiano Damiani

Género: Thriller, polizziesco

Guión: Nicola Badalucco, Damiano Damiani

Intérpretes: Gian Maria Volonté (Ludovico Graziano), Erland Josephson (juez Cancedda), Mario Adorf (juez Moser)

Música: Riz Ortolani

Argumento

Italia, años setenta. Se están cometiendo sangrientos atentados contra destacadas figuras del aparato judicial y político. Al parecer, los responsables son extremistas tanto “de izquierdas” como “de derechas”, que siembran la inestabilidad en el país. El brigadier Ludovico Graziano (Gian Maria Volontè) es asignado como guardaespaldas y protector del juez Cancedda, cuya vida corre peligro. Éste magistrado muestra una conducta intachable de máxima honestidad, algo que no es el caso de la mayoría de sus compañeros de profesión. Graziano descubre que un almacén está sirviendo como tapadera para el tráfico de armas, suministradas a las bandas terroristas, y junto al juez Cancedda tratarán de tirar del hilo para descubrir a los cerebros de la trama. Cuanto más investigan, más se percatan (con gran angustia y desasosiego) de que altos funcionarios de la cúpula del Estado están inmiscuidos en el turbio asunto. Tienen miedo, de ahí el título del film; miedo de lo que no comprenden…

Todo comienza a complicarse cuando Cancedda llama un domingo a Graziano para avisarle preocupado de que le están espiando.

Tras las revelaciones de una misteriosa mujer, el juez y su guardaespaldas acuden a vigilar el portal de un supuesto piso franco de agentes subversivos. Allí Graziano reconoce a un peligroso terrorista, autor material de un atentado con explosivos contra un tren. Siguen a éste individuo, llamado Caligari, hasta una desierta playa; donde lo fotografían junto a un importante representante de los servicios secretos; el coronel Ruiz. El muy honesto (pero ingenuo) juez Cancedda, se dirige inmediatamente a denunciar a ese coronel corrupto a las altas instancias, firmando así su propia sentencia de muerte, pues ignora que también éstas “altas instancias” son corruptas… La cúspide de la trama está mucho más “arriba” de lo que el encomiable magistrado pueda sospechar. Cancedda acaba siendo asesinado sin que Graziano pueda impedirlo, y éste es herido durante un tiroteo contra el ejecutor. El sucesor de Cancedda en la investigación del caso pasa a ser el juez Moser (Mario Adorf). Una vez recuperado, Graziano se convierte en su escolta personal, acompañándolo en todo momento durante sus pesquisas. Pronto, el guardaespaldas se da cuenta de que están tratando de tenderle una trampa…

Comentario

Muy interesante thriller de espionaje político que retrata y explora los turbulentos acontecimientos que sucedieron realmente en la Italia de aquellos anni di piombo (años de plomo), en medio de la famosa “estrategia de la tensión”, también presente en la España tardofranquista y de la “Transición”. El juez Cancedda y su fiel escolta Graziano no podían adivinar hasta qué punto el propio Estado estaba implicado en los atentados que sacudían al país para evitar el advenimiento (y la consolidación) de una auténtica democracia nacional (orgánica); y para en cambio catapultar a Italia (y al resto de países de Europa occidental) a los brazos del atlantismo. Y es que no sólo “arriba” había que buscar a los más altos responsables del terrorismo; sino más bien “afuera”, pues las órdenes de los atentados (como el de, por ejemplo, la estación de trenes de Bolonia) no procedían precisamente de “extremistas” “izquierdistas” o “derechistas”; sino del otro lado del Atlántico. Los anni di piombo fueron el violento periodo impuesto a Italia por parte de los servicios secretos internacionales y la OTAN (mediante la trama GLADIO), alimentando los extremismos de ambos bandos (como se hace hoy con el “islámico”) y provocando atentados de bandera falsa con el fin de fomentar la inestabilidad, justificar el control de la población y fortalecer así la fáctica colonización del país por parte de la estructura de poder mundialista.

“Io ho paura” cuenta con un reparto de lujo: Nada menos que Gian Maria Volontè (El “Indio” de “La Muerte tenía un Precio”/”Per qualche dollaro in più”, Sergio Leone 1965) en el papel del brigadier Graziano; y Mario Adorf (Rocco en “Milano Calibro 9”, Fernando Di Leo 1972) como juez Moser. El director Damiano Damiani también realizó la muy recomendable “Pizza Connection” (1985). Y el compositor de la banda sonora es Riz Ortolani (“Cannibal Holocaust” de Ruggero Deodato, 1980).

FHP, 2014

Pizza Connection – Damiano Damiani, 1985

Pizza Connection

Italia, 1985

Director: Damiano Damiani

Género: Thriller, polizziesco, drama

Guión: Damiano Damiani

Intérpretes: Michele Placido (Mario Aloia), Mark Chase (Michele Aloia), Simona Cavallari (Cecilia)

Música: Carlo Savina

Argumento

El taciturno y reservado Mario (Michele Placido) es un siciliano propietario de una pizzería en Nueva York, que está involucrado en negocios del crimen organizado italoamericano. Cierto día recibe la visita de un intermediario de la Mafia llegado desde Sicilia, el siniestro Armando Ognibene. Éste le encarga liquidar a un competidor para poco después partir de vuelta a Palermo y organizar allí un atentado contra el procurador de la República, un fiscal dispuesto a combatir a la Mafia que se ha vuelto muy peligroso para la organización.

En Palermo, el joven Michele trabaja como vendedor en un mercado callejero. Cierto día su jefe es asesinado a tiros por un sicario, y él, que ha visto la cara del delincuente, se siente tentado de testificar, y comienza a hablar con la policía pero se echa para atrás cuando comprueba que los demás testigos desaprueban el trato con las autoridades, por motivos de la imperante omertà o ley del silencio. Durante el atentado, Michele ha protegido a una chica que estaba entre los compradores del mercado, con la que poco después inicia una romántica e idílica amistad.

Cuando regresa a casa, Michele (que ha sido despedido de su trabajo por hablar con la policía) comprueba con grata sorpresa que su hermano mayor ha regresado del otro lado del Atlántico. Su hermano “americano” no es otro que Mario, que intenta hacer de Michele (buen tirador con armas de fuego) un ayudante para el proyecto de liquidar al procurador. Pero el carácter de Michele es completamente diverso del de su hermano mayor, y no tiene la mentalidad, el interés o la audacia para involucrarse voluntariamente en asuntos relacionados con la Mafia. No obstante, Mario persistirá en tratar de hacer un cómplice de su hermano pequeño.

Michele, preocupado tras haber perdido su trabajo y enterarse de que Mario es un sicario, se cita con la jovencita Cecilia, de unos 14 años, la chica que conoció en el mercado durante el atentado. Ambos sienten atracción mutua, pero él se encuentra ofuscado por agobiantes quebraderos de cabeza.

La adolescente tampoco está en una situación fácil. Vive con su madre, quien la obliga a prostituirse. Además, su hermano es toxicómano y el compañero de la madre, el inquietante Vincenzo, es un peligroso y violento proxeneta.

Cuando Michele descubre la horrenda explotación a la que Cecilia está sometida, monta en cólera e intenta llevársela de la pesadillesca casa familiar, pero es reducido por Vincenzo y otros vecinos, y tras una lucha callejera en la que presa de la desesperación y armado de una barra metálica la emprende a golpes contra un coche, es arrestado y enviado a prisión. Su hermano Mario se encargará de pagar la fianza para sacarlo de la cárcel y de pagar también a los Smedile (la familia de Cecilia) para que “olviden” lo sucedido.

Cuando, una vez en libertad, Michele acude a casa de los Smedile para llevarse a Cecilia, comprueba frustrado que ya no vive allí; y poco después recibe una llamada telefónica de Vincenzo, que le hace saber que sólo volverá a ver a la chica si paga dos millones de liras. Para conseguir ese dinero, el ingenuo, idealista y romántico Michele se verá obligado a colaborar con su hermano el sicario.

La organización para la que “trabaja” Mario le informa de que hay que mandarle inmediatamente un “aviso” al procurador, eliminando a uno de sus más cercanos colaboradores. Mario ofrece a su hermano la oportunidad de ejecutar el asesinato. Michele accede, no sin que le asalten grandes dudas y angustias. Cuando está por liquidar al agente Mancuso, Michele no tiene el coraje de apretar el gatillo, Mancuso se dispone a sacar su pistola para defenderse y Mario interviene raudamente disparando al agente para salvar a su hermano (y cumplir el encargo).

Michele fracasa estrepitosamente en su (involuntaria) función de aspirante a mafioso. Su hermano mayor y él se verán enzarzados en encarnizadas disputas, la gran diferencia entre los temperamentos de ambos saldrá a relucir. Michele sabe que Mario ha sido contratado para asesinar al procurador general, y desea impedir que el atentado sea cometido, pero al mismo tiempo quiere evitarle problemas a su hermano (ya sean con la justicia o con la organización). El joven decide llamar anónimanente (y desde una cabina) a la policía para informar de que un atentado contra el procurador está por cometerse. Poco después le comunica a Mario lo que acaba de hacer, pero (para gran sorpresa suya) éste ya lo sabe, pues dentro de la policía la organización cuenta con informadores infiltrados.

El procurador se encuentra custodiado a todas horas por gran número de escoltas armados hasta los dientes, y sólo se mueve por Palermo en medio de un complejo dispositivo de seguridad; no obstante Mario y los suyos han trazado un eficaz y espectacular plan para deshacerse de él, y finalmente lo logran disparando al coche del procurador con bazookas y perpetrando una masacre. El estupefacto Michele es casualmente testigo presencial de la carnicería provocada por la explosión, y reconoce a su hermano a bordo de un camión que se aleja velozmente del lugar.

Más tarde Mario se desplaza con otro coche para entorpecer las pesquisas policiales. Con él se encuentran sus cómplices Ognibene (el intermediario que le encargó el golpe) y Nicola (el sicario que mató al vendedor del mercado, patrón de Michele). Ambos han descubierto que el delator que llamó a la policía para avisar sobre el atentado que estaba por cometerse era el hermano de Mario, y se lo hacen saber a éste. También se percibe sutilmente que Ognibene y Nicola tienen la intención de matar a Michele por chivato (aunque en la llamada no acusaba a nadie). Mario reacciona rápidamente, aparca el coche tras unos arbustos y para salvar a su hermano se ve obligado a asesinar a Nicola y al intermediario Ognibene. Entierra al primero y deja el cadáver del segundo en el coche para dar la impresión de que Nicola disparó a Ognibene y escapó.

Poco después Mario se encuentra con su hermano pequeño y le entrega el dinero para rescatar a Cecilia. Michele reacciona con furia cuando descubre que Mario sabía todo éste tiempo donde se encontraba la chica, le dice que “le ha perdido el respeto”, que “no quiere su sucio dinero”. Mario se retira dejándole también el cassette grabado de su llamada a la policía, la prueba que ha podido rescatar de Ognibene y Nicola, la prueba que le incriminaba como delator.

Michele acude a la casa donde se encuentra Cecilia y la libera de su tiránica madre. Mientras tanto, Mario se dirige al aeropuerto para volver a Nueva York, acompañado por Masseria, el jefe de la Mafia palermitana, quien ahora se encuentra más seguro en su posición tras la eliminación del procurador. Pero, aunque la operación ha sido conducida con éxito, Mario se siente inquieto; pues Ognibene era uno de los más próximos colaboradores del boss Masseria, y teme que las sospechas tarde o temprano recaigan sobre él.

Una vez en su pizzería de Brooklyn, Mario sigue preocupado y llama a Palermo para hablar con su hermano, con quien desea reconciliarse. Michele se alegra de oír su voz, pero antes de que puedan cruzar la segunda frase, le asalta la consternación al escuchar al otro lado de la línea una ráfaga de disparos y luego silencio. Michele ha sido acribillado a balazos por dos individuos que habían previamente entrado en el local sentándose tranquilamente para consumir algo a la espera de que los otros clientes se marchasen.

Comentario

Muy buen polizziesco ochentero con logrados toques dramáticos. La trama mantiene en vilo al espectador en todo momento; el conflicto entre los hermanos (que se quieren pese a ser incompatibles), el idilio entre el inocente Michele y la atormentada adolescente Cecilia, las intrigas en el seno de la Mafia y el retrato del Palermo de aquellos años consiguen crear un interés creciente no sólo para los seguidores habituales del género, sino también para un público más vasto. El en Italia bastante conocido actor Michele Placido, que interpreta a Mario, dirigió más de 20 años después la también muy interesante “Romanzo Criminale” (2008). Por su parte el joven Mark Chase (que da vida a Michele) tiene curiosamente un notable parecido físico con José Luis Manzano, el protagonista de „El Pico“ y otros productos del cine quinqui de Eloy de la Iglesia.

No obstante, la historia de “Pizza Connection” filmada por Damiano Damiani no tiene nada que ver con la auténtica Pizza Connection (sucesora mediática de la “French Connection”) que existió en los años setenta y fue desbaratada poco antes del estreno de ésta película; la red de contrabando de droga que funcionaba importando a Sicilia opio procedente de Turquía para procesarlo en laboratorios de la isla italiana, transformándolo en heroína que a su vez era exportada a los EEUU y distribuída desde pizzerías neoyorkinas que hacían las veces de tapaderas.

Aunque no está basada en la historia real, la película merece ser vista.

FHP, 2014