La banda Vallanzasca
Italia, 1977
Director: Mario Bianchi
Género: Polizziesco
Guión: Mario Bianchi, Claudio Fragasso
Intérpretes: Enzo Pulcrano (Roberto), Stefania D´Amario (Antonella)
Música: Giampaolo Chitti
Argumento
Roberto y su amigo Italo son dos presos que comparten celda en un sórdido centro penitenciario romano. Tras presenciar como en medio de un ajuste de cuentas dos internos enmascarados asesinan a otro con la complicidad de los guardianes, Roberto e Italo resuelven escaparse. Una vez fuera de la cárcel se hacen con un coche y huyen hacia el monte, a las afueras de la ciudad. Tras conseguir ropa nueva, comienzan a planear nuevos golpes. Para ello necesitarán armas, y acuden a comprárselas a uno de sus contactos.
El vendedor de armas se encuentra en la celebración de una boda, la de la hija de Enrico Salerno, un poderoso jefe del crimen organizado. Roberto e Italo no tienen dinero para pagar las pistolas, así que dejan fuera de combate al proveedor y se las llevan gratis. Pero en lugar de escapar de allí lo más rápido y sigilosamente posible, se les ocurre la “genial” idea de atracar a los invitados a la boda. No contaban con que allí se encuentra gente sumamente peligrosa, gente que “no bromea”… Rápidamente son reducidos, y parece que no les queda escapatoria… Pero, para sorpresa de todos, hombres armados intervienen para rescatarlos y les ayudan a huir en coche.
Son llevados a un chalet, donde una misteriosa mujer llamada Sandra les informa de que “la organización” ha decido reclutarlos. Roberto reacciona con recelo, pues no quiere recibir órdenes de nadie, desea ser su propio jefe, sin pertenecer a ninguna “organización”. Pero Sandra insiste en que van a ganar mucho dinero, y les hace saber que coches y documentos falsos ya están a su disposición.
Sandra es sólo una intermediaria, y el verdadero jefe es desconocido para los dos delincuentes. Probablemente se trate del clan rival de Enrico Salerno, piensan ambos fugados.
La policía sigue detrás de los fugitivos, y los intercepta en la carretera. Roberto frena y les muestra a los agentes sus documentos (falsos), con la esperanza de que les dejen proseguir. Pero los policías sospechan… Desesperado, Italo saca la pistola y dispara. A cambio recibe una ráfaga de metralleta y muere, pero Roberto consigue escapar y se refugia en casa de Sandra.
Mientras tanto, el jefe criminal Enrico Salerno y uno de sus socios son acribillados a balazos en una gasolinera. Roberto no estaba allí y no tiene nada que ver, pero autoridades y medios buscan endilgarle esos asesinatos al peligroso prófugo.
Sandra le explica a Roberto el “trabajo” que la enigmática organización le ha encomendado: Se trata de un secuestro. Para ello deberá contar con un equipo de malhechores, con los que planeará y ejecutará el delito. Han de raptar a la joven Antonella, hija de un magnate del petróleo…
Comentario
Pese a su título, nada tiene que ver ésta película con la auténtica banda de Renato Vallanzasca, un delincuente milanés muy activo en los años setenta. El Vallanzasca real no está exento de ciertos paralelismos con el en España muy famoso Juan José Moreno Cuenca alias “El Vaquilla”.
Éste film comienza en una prisión con unas escenas que resultan reminiscentes de los dramas carcelarios propios del cine quinqui. Eloy de la Iglesia (“El Pico”, 1983) y Juan Antonio de la Loma (“Perros Callejeros”, 1977) retrataron más o menos por la misma época el sombrío ambiente de los presidios con impactante realismo (rodando dentro de auténticas cárceles y siendo los extras y muchos de los actores verdaderos presos y delincuentes), así como fugas, atracos y demás ingredientes cotidianos de lo que en Italia se conoce como la malavita.
La película empieza muy bien, y promete mucho, pero se torna un tanto confusa y pierde realismo conforme va avanzando la trama. El que esos dos ladronzuelos de poca monta conciban siquiera atracar espontáneamente a los asistentes a la boda de la hija de un importante “Padrino” ya parece cosa de locos. Pero aún más inaudito resulta que esos “pobres diablos” sean reclutados por un grupo del estilo de la Mafia para trabajos de gran envergadura. Nadie se explica por qué esa secreta “organización” sin nombre (de la cual Sandra es la intermediaria) intercede para salvarlos una vez que han sido reducidos por los hombres de Salerno. Por otro lado, Roberto no parece con su actitud un auténtico malavitoso forjado en la calle y en las prisiones, pues hace demasiadas preguntas y siempre quiere saber demasiado. Elementos así no duran mucho en una auténtica organización delictiva, pero en éste film no solo no le eliminan sino que le asignan una tarea de enorme responsabilidad…
A destacar la muy setentera banda sonora, compuesta por Giampaolo Chitti.
Mario Bianchi también dirigiría años más tarde la sumamente entretenida película de terror “Non aver paura della zia Marta” (1988).
Existe una película mucho más reciente, de 2010, sobre la auténtica banda Vallanzasca. Está dirigida nada menos que por Michele Placido, protagonista de las primeras entregas de «La Piovra» (1984-1989) y realizador de «Romanzo Criminale» (2005) (sobre la banda de la Magliana, otra organización delictiva italiana). Kim Rossi Stuart (que también aparece en Romanzo Criminale) interpreta ahí el papel de Renato Vallanzasca. Michele Placido participó como actor co-protagonista en la excelente “Pizza Connection” (Damiano Damiani, 1985).
FHP, 2015