La mujer murciélago
México, 1968
Director: René Cardona
Género: Aventuras, ciencia ficción, lucha libre
Guión: Alfredo Salazar
Intérpretes: Maura Monti (La Mujer Murciélago), Roberto Cañedo (Dr. Eric Williams), Héctor Godoy (Mario Robles), Crox Alvarado (Inspector), Armando Silvestre (Tony Roca)
Música: Leo Acosta, Antonio Díaz Conde
Argumento
Unos pescadores encuentran en el mar un cadáver flotando. La policía identifica al muerto como un luchador que había desaparecido unos días antes. En la zona, por Acapulco, se están produciendo una serie de asesinatos y las víctimas son siempre profesionales de la lucha libre. Los cuerpos aparecen en las costas con signos de habérseles practicado una extraña operación. Antes, sucesos semejantes habían sido reportados en Macao y Hong Kong.
Los servicios secretos encomiendan al agente Mario Robles la investigación del caso. Mario propone solicitar la colaboración de su amiga la Mujer Murciélago. Se trata de una misteriosa enmascarada que ha consagrado su vida a combatir por la justicia. Sólo Mario y otra persona más conocen su identidad real. La Mujer Murciélago es experta en el manejo de las armas, y en disciplinas como la equitación y el buceo. Además, practica la lucha libre sobre el ring en torneos femeninos. De ese modo, a través de ella, será más fácil adentrarse en el ambiente de los luchadores para investigar, y evitar que se produzcan nuevos crímenes.
Las autopsias de las víctimas determinan que a todos los luchadores abducidos se les realizó una intervención quirúrgica en el cerebro. Concretamente, les fueron extraídas secreciones de la glándula pineal. Por lo tanto, todo indica que el asesino es un cirujano…
Mientras tanto, a bordo de su yate “Reptilicus”, el doctor Williams ha montado un laboratorio en el que, junto a su ayudante Igor, trabaja incansablemente en un proyecto demencial: Crear el hombre-pez, una criatura anfibia-humana. Para fabricar su monstruo, Williams necesita hacerse con el líquido de las glándulas pineales de hombres de gran fuerza y poderío físico… como los atletas de la lucha libre. Esas secreciones las inyectará a un pez, elaborando así un homúnculo – que más tarde aumentará de tamaño al ser expuesto a radiaciones. El doctor es el jefe de la banda que se encarga de secuestrar a los luchadores y traerlos al laboratorio del barco para que se sometan a las operaciones. Ninguno de los “donantes” sobrevive, y por eso sus cuerpos son luego arrojados por la borda; llegando hasta las costas.