Ursus, el terror de los kirguises – Antonio Margheriti, 1964

Ursus, il terrore dei kirghisi

Italia, 1964

Director: Antonio Margheriti

Género: Aventuras

Guión: Marcello Sartarelli

Intérpretes: Reg Park (Ursus), Mireille Granelli (Amiko), Ettore Manni (Ilo)

Música: Franco Mannini

Argumento

La histioria nos transporta a la Edad Media, en algún lugar entre el Cáucaso y Asia Central. Un monstruo antropomorfo y simiesco siembra el terror en los bosques. El peludo engendro ataca una caravana de comerciantes circasianos provocando la muerte de casi todos ellos. Sólo uno logra sobrevivir, y lleva la nefasta noticia al resto de la tribu. El robusto Ursus (Reg Park) es el caudillo de los circasianos.

Existe una profunda rivalidad entre el pueblo circasiano y las tribus kirguisas. El Gran Khan de los kirguises ha fallecido recientemente, y su hija Amiko se sienta ahora en el trono. Pero no puede reinar sola ni manejar los asuntos del estado. De ello se encarga su tío, el regente Zereteli, que ha decidido exterminar a los circasianos. Para que ello resulte más fácil, deberá primero acabar con su líder Ursus.

Zereteli pretende casarse con su sobrina para poder reinar oficialmente sobre los kirguises. Sin embargo ella se opone, pues está enamorada de Ursus. Amiko se cita esporádicamente con el jefe de los circasianos en un refugio secreto, y le pasa información sobre las intenciones de ataque de su tío el regente. Así, Ursus siempre está prevenido de las incursiones kirguises sobre su territorio antes de que éstas se produzcan.

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Los amores de Hércules – Carlo Ludovico Bragaglia, 1960

Los amores de Hércules (V. O. Gli amori di Ercole)

Italia, 1960

Director: Carlo Ludovico Bragaglia

Género: Peplum

Guión: Sandro Continenza, Luciano Doria, Andrea Manca

Intérpretes: Jayne Mansfield (Deyanira / Hipólita), Mickey Hargitay (Hércules)

Música: Carlo Innocenzi

Argumento

Soldados aquileos comandados por el general Licos arrasan un campamento donde se encuentra la esposa de Hércules, asesinando a ésta. Licos, que ha tramado un maquiavélico plan para hacerse con el trono de Aquilea, pretende usar las ansias de venganza de Hércules en su propio provecho. Una vez en su país, Licos asesina al rey legítimo de Aquilea y difunde que ha caído en combate durante el ataque al campamento.

Cuando Hércules es informado acerca del trágico fin de su mujer, parte rumbo a Aquilea con ansias de venganza, tal y como Licos había previsto. Pero Hércules ignora aún que el rey de ese país (al que considera responsible) ya está muerto. Ahora su hija Deanita ha ascendido al trono en calidad de sucesora. Hércules logra entrar en la amurallada capital tras derribar el portón de hierro con un tronco a modo de ariete, y llega hasta el palacio de la reina. Ésta le explica que su padre murió durante la batalla (pues obviamente no sabe que fue asesinado por Licos), y que ella es ahora la soberana, y deberá purgar los errores de su progenitor.

Así, Deanita es sometida a una especie de “juicio divino” tradicional del país, que consiste en colocarse como blanco de un lanzador de hachas. Si los dioses consideran que es “culpable”, la persona sometida al “juicio” será alcanzada por un hachazo; y si no, el filo del hacha no le rozará. Hércules es nombrado, pese a sus recelos, como ejecutor de los lanzamientos. El semidios que buscaba resarcirse por el asesinato de su esposa no guarda ningún rencor hacia la reina, quien a sus ojos es inocente, y no tiene intención de acertar en el blanco. Así, Deanita supera la prueba para decepción del malvado Licos, quien había confiado en que sería muerta por uno de los hachazos.

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Tener veinte años – Fernando Di Leo, 1978

Tener veinte años (V.O. Avere vent´anni)

Italia, 1978

Director: Fernando Di Leo

Género: Drami-Comedia softcore

Guión: Fernando Di Leo

Intérpretes: Gloria Guida (Lia), Lilli Carati (Tina), Ray Lovelock (Rico)

Música: Franco Campanino

Argumento

Lia y Tina son dos jovenzuelas “emancipadas y desinhibidas” que se conocen un verano en la playa y deciden ir juntas a Roma en autostop. Tina, la más temperamental de las dos, se describe como “Bella, joven y cabreada” (Bella, giovane e incazzata). Procedentes de familias desestructuradas, Tina se ha escapado de casa y Lia ha crecido en un orfanato de monjas. No estudian, no trabajan, y no tienen domicilio conocido. Las dos amigas llegan a Roma sin dinero pero con mucha cara dura, y una vez en la capital comienzan a hacer de las suyas: Roban en supermercados, provocan sexualmente a un estanquero para conseguir tabaco gratis… Tina es sin duda la más descocada de las dos. No tiene vergüenza ni la conoce.

A las chicas se les ocurre la feliz idea de irse a vivir en una especie de comuna hippy regentada por un estrafalario cincuentón napolitano con ínfulas de gurú conocido como el Nazariota. Éste consiente en aceptarlas en su “casa okupa”, pero solicita que a cambio las muchachas realicen algún tipo de labor para la comunidad: cocinar, limpiar, etc. Las dos golfas se escandalizan cuando oyen hablar de trabajo. Sin embargo, cuando el Nazariota sugiere sutilmente que las recién llegadas podrían realizar “ciertos favores” a “ciertos clientes” eso ya no les parece tan mal… Sobre todo a Tina, que está obsesionada con el sexo, y que nada más llegar a la comuna ya le ha echado el ojo a un joven bien parecido (pero toxicómano) que duerme con la mente extraviada por los efectos del ácido lisérgico. Ante la narcolepsia del individuo que le agrada y la apatía inducida por las drogas de los demás varones de la comuna, la poco recatada Tina exclamará “¿Pero aquí cuando se folla?” (Ma qui quando si scopa?)

Entre los demás residentes de la comunidad hay individuos de diversos pelajes: Drogadictos, vagabundos, maleantes, una joven madre soltera con trillizos, un trío delirante de amargadas e histéricas feministas que promueven el exterminio de los hombres, una especie de grotesco arlequín místico que medita en la postura del loto y desvaría sobre el “padre celestial”… Éste último personaje será el compañero de habitación de las chicas, y seguirá impertérrito e inmutable, inmerso en sus “ejercicios espirituales” aún cuando las atractivas huéspedes se desnuden ante sus narices y realicen toda clase de procaces, sarcásticos e insolentes comentarios

El Nazariota les trae un par de “clientes” a las dos gamberras para que paguen su hospedaje en carne. Empieza una sesión de sexo grupal (siempre ante la presencia del extático mimo meditabundo), pero la diversión se interrumpe repentinamente cuando los dos tipos se deben marchar antes de acabar la “faena”, dejando a las chicas insatisfechas. Así, Tina y Lia quedan solas, calientes y desnudas en la cama… y como en esas circunstancias era de preveer, se lo terminan montando entre ellas.

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La Piovra I – Capítulo 5

La Piovra I

(Aquí puede leerse la INTRODUCCIÓN A LA SAGA DE “LA PIOVRA”)

Italia, 1984

 Director: Damiano Damiani

Guión: Nicola Badalucco, Lucio Battistrada, Massimo De Rita, Elio De Concini

Intérpretes: Michele Placido (Comisario Corrado Cattani), Nicole Janet (Else Cattani), Cariddi Nardulli (Paola Cattani), Barbara De Rossi (Raffaella “Titti” Pecci Scialoia), Angelo Infanti (Sante Cirinnà), Geoffrey Coppleston (Banquero Ravanusa), Jacques Dacqmine (Sebastano Cannito), Francois Périer (Abogado Terrasini), Florinda Bolkan (Condesa Olga Camastra)

Música: Riz Ortolani

(Aquí puede leerse lo que sucedió en el capítulo anterior)

Capítulo 5

Los raptores le comunican a Cattani por teléfono que si quiere volver a ver a su hija con vida no puede hablar con nadie sobre lo sucedido. Cuando a la mañana siguiente le llama Else, el comisario debe mentirle, diciendo que la hija común de ambos se encuentra “con una amiga en la playa por unos días”.

Los secuestradores pretenden hacerle chantaje a Cattani: “De ahora en adelante, las órdenes las damos nosotros”. El comisario no tiene más remedio que obedecer. A todos los que preguntan por Paola les cuenta la misma historia de que está en la playa. Cattani se encuentra en los tribunales con el abogado Terraccini, quien le dice críptica y un tanto amenazadoramente que “Quien se dedica a pescar profundamente debe tener cuidado, pues a veces los peces más gordos pueden voltear la barca”.

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La bestia mata a sangre fría – Fernando Di Leo, 1971

La bestia mata a sangre fría (V.O. La bestia uccide a sangue freddo)

Italia, 1971

Director: Fernando Di Leo

Género: Giallo

Guión: Fernando Di Leo, Nino Latino

Intérpretes: Klaus Kinski (Dr. Francis Clay), Rosalba Neri (Anna), Monica Strebel (Helen)

Música: Silvano Spadaccino

Argumento

En el prefacio fílmico vemos a cámara subjetiva un inquietante individuo armado con cuchillo que avanza emitiendo entrecortadas respiraciones a través de los pasillos y escalinatas de un palacete. El misterioso personaje, enmascarado y con negros guantes, penetra en una habitación donde yace desnuda sobre la cama una bella durmiente, que se agita de un lado del lecho al otro en medio de una pesadilla… La mujer presiona involuntariamente durante su sueño el botón de alarma de su mesita de noche, y ésto probablemente le salva de morir acuchillada, pues el intruso huye asustado…

Varias mujeres de elevada posición social se encuentran recluídas en una campestre clínica psiquiátrica de lujo (el palacete visto en la escena introductoria). Cada una padece trastornos diversos, y la mayoría de ellas han sido llevadas allí por sus maridos. Entre las internas se encuentran Ruth, que no puede controlar sus impulsos agresivos; Anna, una ninfómana compulsiva; Pearl, una mulata que ha crecido sin el afecto de su familia; o Cheryl, quien padece tendencias suicidas. Ésta última es la que vimos desnuda en la cama en la primera escena, acechada por el sujeto de perversas intenciones.

De camino hacia el frenopático, Ruth casi provoca una tragedia intentando quitarle a su esposo el control del volante mientras está conduciendo. Más tarde se disculpa por su imprudente accionar, pero nada más llegar a la clínica, intenta golpear a uno de los enfermeros.

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Revelaciones de un maníaco sexual – Roberto Bianchi Montero, 1972

Revelaciones de un maníaco sexual (V.O. Rivelazioni di un maniaco sessuale al capo della squadra mobile, a.k.a. “So sweet, so dead”)

Italia, 1972

Director: Roberto Bianchi Montero

Género: Giallo

Guión: Roberto Bianchi Montero, Luigi Angelo, Italo Fasan

Intérpretes: Farley Granger (Inspector Capuana), Sylva Koscina (Barbara Capuana)

Música: Giorgio Gaslini

Argumento

En una ciudad de la Italia meridional aparece brutalmente asesinada con arma blanca una mujer de la alta sociedad. El ensangrentado cadáver es hallado desnudo sobre la cama, y junto a él, la policía encuentra unas fotos que la muestran a ella en actitud comprometida junto a un hombre que no es su esposo. La identidad del amante no es fácilmente reconocible, pero resulta obvio que la víctima tenía una relación extra-matrimonial, y que ello ha debido desencadenar el crimen. Pero tanto el marido como el amante tienen coartada, y el inspector Capuana, encargado del caso, carece de cualquier indicio para incriminarlos. Tampoco encuentra ninguna pista tras interrogar a varios sospechosos habituales procedentes de los bajos fondos.

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Hércules – Pietro Francisci, 1958

Hércules (V.O. Le fatiche di Ercole)

Italia, 1958

Director: Pietro Francisci

Género: Peplum, aventuras

Guión: Pietro Francisci, Ennio di Concini

Intérpretes: Steve Reeves (Hércules), Sylvia Koscina (Iole)

Música: Enzo Masetti

Argumento

Hércules de Tebas (Steve Reeves) se encuentra viajando rumbo al reino de Jolco. Ha sido contratado por el monarca Pelias, como entrenador de su hijo y heredero Ifitos. Una chica que trata infructuosamente de domar un carro de caballos desbocados se cruza en su camino, y Hércules la salva de una muerte segura. La joven resulta ser la princesa Iole (Sylva Koscina), hija del rey Pelias.

De camino a su patria, Iole le cuenta al robusto héroe la desventurada historia de su familia: Siendo ella aún una niña, su tío el rey Esón, hermano de su padre, fue asesinado una noche en palacio cuando se encontraba de visita en Jolco. Tras el crimen, el sabio Quirón y Jasón, hijo del asesinado, desaparecieron sin volver a tenerse noticia de ellos, así como también el Vellocino de Oro. Iole sospecha que Quirón fue el autor de la muerte de su tío, y que se llevó consigo a su primo Jasón y al preciado tesoro. Pero Hércules intuye que el viejo Quirón, preceptor suyo, es inocente, y sugiere que el responsable es el propio rey Pelias (cosa que Iole se niega a aceptar).

A Pelias la sibila ha profetizado que su reino corre peligro, y que debe cuidarse de un hombre que llegará ante él con una sola sandalia… Hércules comparece ante el soberano, en compañía de su hija la princesa (Pelias observa sus pies con inquietud, pero ve que calza dos sandalias en sus pies). El trabajo del semidios consistirá en enseñar a Ifitos, primogénito del monarca y hermano de Iole, las artes de la guerra y el combate. Ifitos es un joven arrogante e impertinente, que reacciona con soberbia ante su designado maestro. Al insolente príncipe Hércules le baja pronto los humos, pues le demuestra que no es tan diestro en el lanzamiento de disco como él creía.

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La Piovra I – Capítulo 4

La Piovra I

(Aquí puede leerse la INTRODUCCIÓN A LA SAGA DE «LA PIOVRA»)

Italia, 1984

 Director: Damiano Damiani

Guión: Nicola Badalucco, Lucio Battistrada, Massimo De Rita, Elio De Concini

Intérpretes: Michele Placido (Comisario Corrado Cattani), Nicole Janet (Else Cattani), Cariddi Nardulli (Paola Cattani), Barbara De Rossi (Raffaella «Titti» Pecci Scialoia), Angelo Infanti (Sante Cirinnà), Geoffrey Coppleston (Banquero Ravanusa), Jacques Dacqmine (Sebastano Cannito), François Périer (Abogado Terrasini), Florinda Bolkan (Condesa Olga Camastra)

Música: Riz Ortolani

(Aquí puede leerse lo que sucedió en el capítulo anterior)

Capítulo 4

Anna va a visitar a su hermano a prisión. Éste se encuentra en una situación de gran angustia y desesperación, teme que lo maten en cualquier momento. Cirinà está en la misma cárcel.

Mientras tanto, Cattani tiene serios indicios para solicitar una autorización judicial que le permita investigar las cuentas bancarias de ciertos importantes individuos de la localidad. Los movimientos de activos serán estudiados concienzudamente, para profundizar en la trama de lavado de dinero procedente del narcotráfico que se esconde tras los recientes asesinatos perpetrados en el municipio. El banquero Ravanusa y el abogado Terraccini se encuentran entre los sospechosos a investigar, así como la empresaria condesa Camastra.

Una noche, Franco es trasladado a otra celda, y la puerta es dejada abierta a propósito. Con la complicidad de los funcionarios de prisiones, dos otros presos entran y estrangulan al desventurado. Lo cuelgan de las rejas de su ventana para que parezca que se ha ahorcado.

Anna intuye que su hermano no su suicidó, sino que “lo suicidaron”. Cattani es de la misma opinión.

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La conquista de la Atlántida – Vittorio Cottafavi, 1961

La conquista de la Atlántida (V.O. Ercole alla conquista di Atlantide)

Italia, 1961

Director: Vittorio Cottafavi

Género: Peplum, aventuras

Guión: Vittorio Cottafavi, Sandro Continenza, Duccio Tessari

Intérpretes: Reg Park (Hércules), Laura Efrikian (Ismene), Fay Spain (Antinea)

Música: Luca di Silverio

Argumento

En la escena inicial, Hércules presencia impertérrito una pelea de taberna mientras devora tranquilamente su plato de carne. Una banal refriega en un bar no es merecedora de su atención. Tampoco si uno de los participantes es el joven Illo, su hijo con Deyanira. Éste está a punto de desposarse con la hija de un rey, y Hércules le dice que ya va siendo hora de que siente la cabeza y se ocupe de cosas más serias: Por ejemplo, cuestiones de estado…

Una maldición roja como la sangre planea sobre la Hélade. Los reyes griegos convocan un cónclave para debatir acerca de las medidas que deben tomarse. El peligro viene desde más allá de las costas del oeste, procede de un continente lejano allende los límites occidentales del mundo conocido. Androcles, el intrépido rey de Tebas y gran amigo de Hércules, decide embarcarse hacia los mares del oeste para enfrentarse al peligro que se cierne sobre la civilización griega. Hércules acepta acompañarle, pero es disuadido por su esposa Deyanira. Sin embargo, para llevarlo consigo Androcles recurre a la artimaña y diluye un potente somnífero en el vino de Hércules, para de ese modo embarcarlo en ésta aventura, aún en contra de su voluntad. También partirán con ellos su hijo Illo, y un servidor enano llamado Timoteo. El resto de la tripulación está compuesto por condenados a las galeras, pues Androcles no ha podido convencer a nadie más para participar en esa arriesgada misión.

Cuando Hércules despierta, no se indigna al descubrir la estratagema, y sin darle mayor importancia al asunto, se da la vuelta para seguir durmiendo. La nave repostará en las costas de una isla, y allí, mientras Hércules reposa en la arena y Androcles explora el lugar, los remeros se rebelan y tratan de tomar el mando en el barco. Pero la fuerza prodigiosa de Hércules (que tirando de la cadena del ancla impide que el barco se aleje de la costa) derrota a los revoltosos, quienes son abandonados en la isla mientras los demás continúan su viaje. Ahora sólo quedan a bordo Hércules, Androcles, el enano… y el joven Illo escondido en la bodega, cosa que su padre ignora.

Una noche les sorprende una violenta tormenta. Hércules y los suyos pierden el control y la nave se va a pique. Cuando el héroe vuelve en sí, se encuentra flotando en una tabla (uno de los pedazos del barco) próximo a una costa, y no hay ni rastro de sus amigos. Al arribar a la playa, Hércules observa atónito a una muchacha apresada en una rocosa pared de acantilado, como si la pétrea superficie la estuviera tragando. La chica le explica que está siendo absorbida por el monstruo Proteo, un ser infernal capaz de adoptar múltiples formas. Acto seguido, un siniestro anciano le dice a Hércules que se marche, para convertirse entonces en una serpiente, que ataca al semidios enrroscándose en él… Después la serpiente se transforma en un león, luego en un buitre, y finalmente en un horrendo y colosal reptil, en una de las escenas más psicodélicas del subgénero peplum. Hércules derrota al monstruo, y la joven es así liberada del mortal abrazo de Proteo. La chica, llamada Ismene (Laura Efrikian) le explica a su salvador que fue entregada al monstruo por los suyos a modo de sacrificio, para aplacar las iras de Urano, el dios supremo de los atlantes (pues ése es el pueblo al que pertenece la chica). Hércules ya ha llegado a la Atlántida, aunque sin la compañía de Androcles.

El fornido héroe es llevado ante la presencia de Antinea, reina de la Atlántida, que resulta ser la madre de la bella Ismene. Antinea reacciona con frialdad al ver de nuevo a su hija, lo que sorprende a Hércules. La reina no parece contenta al escuchar que el demonio Proteo ha sido liquidado, y que no van a ser necesarias más ofrendas de vírgenes para Urano. Antinea propone al hijo de Zeus que permanezca como huésped en la corte, y Hércules accede, pues quiere averiguar el paradero de su amigo Androcles.

Cuando más adelante madre e hija están a solas y la joven Ismene la abraza alegre por haber superado su calvario, la gélida y pérfida reina repone que de todas maneras no tiene escapatoria: su destino es cruel y ya está decidido… Pues según las profecías, le dice Antinea al fruto de su vientre, si una hija suya la sobrevive, el reino de la Atlántida se acabará. Y para que eso no suceda, ella, la inocente y dulce Ismene, debe ser inmolada. La chica reacciona con estupefacción, pero su madre ordena que la prendan.

Hércules cree reconocer a Androcles en el palacio de la reina, pero se convence de que ha tenido que ser una ilusión. La reina atlante trata de someter al musculoso griego, de convertirlo en una especie de consorte, pero el héroe mantiene férrea su voluntad. Una noche será atacado por un enmascarado, pero reacciona a tiempo para repeler al agresor… Agresor que resulta ser su amigo Androcles! Éste intentó matar a Hércules mientras dormía. Como posible explicación sólo cabe especular que hubiera sido sometido a un lavado cerebral por parte de Antinea.

Mientras tanto, Ismene es atada a un poste en la playa y los soldados de su madre se disponen a ejecutarla, pero es salvada a tiempo por Illo, el hijo del semidios, con la ayuda del enano Timoteo. Éstos se convertirán en protectores de la chica y tratarán de reencontrarse con Hércules. Illo e Ismene comenzarán a enamorarse.

Más adelante, Hércules descubre que tras utilizar a su amigo Androcles, la reina lo va a enviar como esclavo a un valle de leprosos. Una vez allí, y tras haberse reunido de nuevo con su hijo y con la princesa Ismene, el superhombre se entera de que en la Montaña Sagrada adyacente, la malvada reina está tratando de crear una raza nueva bajo los influjos de una piedra mágica, para invadir Grecia con un ejército invencible…

Comentario

Sumamente entretenida ésta hercúlea epopeya peplum con el atleta Reg Park como protagonista. En ésta aventura apócrifa del forzudo hijo de Zeus, éste viaja a la Atlántida para impedir que las huestes de esa extraña nación continental se expandan hacia Grecia. El peligro viene de occidente, “de allende el océano”… (¿Será ésta una metáfora para aludir al imperio yanki? Si es así, no es errado el planteamiento – ni los pronósticos en la película del adivino Tiresias – pues hoy casi toda Europa es colonia “atlante”… Grecia también)

Como en otros films italianos del género, el papel de Hércules está magistralmente interpretado por Reg Park («Hércules contra los vampiros» – Mario Bava, 1961), culturista de la vieja escuela y mentor de Arnold Schwarzenegger. Gian Maria Volonté (el Indio en “La muerte tenía un precio” de Sergio Leone, 1965) tiene una pequeña aparición en el conclave regio de los griegos como rey de Esparta.

La bellísima italo-armenia Laura Efrikian interpreta a Ismene, quien por cierto en la mitología griega auténtica nada tenía que ver con la Atlántida; era la hija incestuosa de Edipo con su madre Yocasta.

Ercole alla conquista di Atlantide es un peplum muy completo que incluye aventuras, acción, magia, tragedia, y también una nota cómica a cargo del bufonesco enano que acompaña a Hércules en su periplo.

FHP, 2015