Retrato en negro de la burguesía (V.O. Ritratto di borghesia in nero)
Italia, 1978
Director: Tonino Cervi
Género: Drama
Guión: Tonino Cervi, Cesare Frugoni, Goffredo Parise (basados en novela de Roger Peyrefitte)
Intérpretes: Ornella Muti (Elena), Senta Berger (Carla), Paolo Bonacelli (Paolo)
Música: Vince Tempera
Argumento
Venecia, años treinta. El joven y un tanto tímido Mattia es un pianista de gran talento. En el conservatorio de música conoce a Renato Richter, un chico poco más o menos de su edad, bastante y hasta demasiado extrovertido. Éste le presenta a su joven madre, Carla. Mattia queda inicialmente estupefacto, pues habría pensado que más que de su madre se trataba de una amiga o hermana mayor. Carla tuvo a Renato a los 17 años y aún se conserva muy bien para rondar la cuarentena.
A Mattia le irrita un poco la relación demasiado “jovial” que parece existir entre madre e hijo. Renato trata a su progenitora como si fuera una amiga, e incluso la llama por su nombre. Carla y Renato invitan con frecuencia al joven pianista a su casa. Carla también se dedica a la música, y subsiste dando clases particulares de piano. Una de sus alumnas es la bella Elena, hija de una familia acaudalada.
Cierto día, madre e hijo invitan a Mattia a pasar un fin de semana en la mansión de una pariente rica, la prima Linda. Allí, durante la noche, Mattia y Carla se encuentran por azar en la cocina y tras un breve intercambio de palabras se convierten en amantes. A partir de ese momento inicia un tórrido romance entre ambos.
Renato al principio aprueba la relación de su amigo con su madre, de hecho incluso había estado esperando que algo así se desarrollara. Pero el desequilibrado muchacho, quien probablemente padece una especie de complejo edípico, pronto se siente celoso y reacciona histéricamente una noche que Carla regresa a casa. Matteo había recibido las llaves del domicilio de los Richter, y es testigo desde otra habitación de la escena de celos que monta Renato. Para tranquilizar a su hijo, Carla le promete no volver a ver nunca más a Matteo. Éste, que lo ha escuchado todo, deja las llaves y se marcha, con la intención de no volver a ver más a su madura amante.