Diabólica malicia – J. Kelley/A. Bianchi, 1972

Diabólica malicia

UK/Italia/España, 1972

Director: James Kelley, Andrea Bianchi

Guión: Trevor Preston, Andrea Bianchi, Erich Kröhnke, Bautista Lacasa Nebot

Intérpretes: Mark Lester (Marcus), Britt Ekland (Elise), Hardy Krüger (Paul), Lilli Palmer (Dr. Viorne)

Música: Stelvio Cipriani

Género: Suspense

Argumento

La atractiva Elise se acaba de casar con Paul, un viudo millonario. Éste es un célebre escritor inglés dueño de una finca en España. Allí llega Elise encontrándose por sorpresa con Marcus, el hijo preadolescente de Paul con su primera esposa. La madre del chico murió un par de años antes, supuestamente de un ataque al corazón mientras se estaba bañando.

Se supone que Marcus debería estar en su internado, pues faltan aún algunas semanas hasta las vacaciones. El muchacho, de 12 años, le explica a su joven madrastra que cancelaron las clases porque en el colegio se extendió un brote de viruela. Elise nota que el hijo de su marido es un chico muy diferente a los demás, solitario y con una inteligencia muy desarrollada.

A la mañana siguiente, cuando llega el cartero, Marcus se hace con la correspondencia interceptando una carta comprometedora y destruyéndola antes de que su padre regrese. Cuando Paul vuelve a casa, espera poder disfrutar de unos plácidos días en familia con su nueva mujer y con su hijo. Pero pronto comienzan los contratiempos. Paul se da cuenta de que le falta un dinero que había dejado en el cajón de su despacho. Marcus asegura no haberlo cogido, y Elise va percatándose de que el niño pretende sembrar cizaña entre ella y su marido – Es muy inteligente, pero en un sentido maquiavélico.

Registrando la habitación de Marcus, Elise encuentra en la papelera los pedazos de una carta llegada recientemente y expedida por el internado del chico. Sale así a la luz que lo de la “epidemia de viruela” era una mentira, y que Marcus en realidad ha sido expulsado.

Elise se dirige al exclusivo colegio de su hijastro para hablar con el director. Se entera de que el extraño jovenzuelo fue echado del centro por persistir en su comportamiento anómalo y escabroso… Todo empezó con unos dibujos eróticos, después se dedicaba a espiar parejas y llegó incluso a matar a un gato tras torturarlo por pura diversión sádica.

Estremecida por lo que va descubriendo sobre Marcus y consciente de que éste intenta que su matrimonio fracase, Elise habla con Paul sobre lo que va averiguando. El padre no parece darle demasiada importancia al asunto, afirma que Marcus necesita comprensión y cariño, que aún no ha superado el trauma que le causó la muerte de Sarah, su madre…

Más adelante, a través de una amiga de Sarah, Elise descubre que la primera mujer de Paul en realidad murió electrocutada en la bañera… Y que fue Marcus quien descubrió su cadáver.

Elise comienza a sospechar que la muerte de Sarah no fue un accidente, sino que fue asesinada por su propio hijo – Y que el pequeño pero pérfido Marcus ha reservado para ella un destino similar…

Comentario

Éste thriller rodado en los alrededores de Madrid es una coproducción anglo-italo-germano-española. Fue dirigido por el británico James Kelley y el italiano Andrea Bianchi, aunque éste último no aparece acreditado – Ni siquiera bajo su pseudónimo anglófono “Andrew White” (Traducción literal de su nombre, por cierto). La película es conocida como “Night child” en la versión inglesa y como “La tua presenza nuda” en la italiana.

La figura principal es un niño inquietante (y repelente) que, como el título español correctamente refiere, es todo un paradigma de “diabólica malicia”. Aún así, su adinerado padre lo considera un angelito incapaz de romper un plato. Y mientras Elise va dándose cuenta poco a poco de las iniquidades de las que Marcus es capaz, Paul está cada vez más convencido de que la loca es ella. Normalmente, en los cuentos, la madrastra suele ser la mala. Pero en ésta ocasión, el personaje maligno es el niño; y la madrasta no solo no es mala; sino que además está buena – Algo que Marcus, con sus revolucionadas hormonas pubescentes, también sabe apreciar (En una escena el muchacho manosea con fruición a la bella mujer de su padre mientras ésta habla por teléfono; en otra Marcus accede a contarle detalles de la muerte de su madre a Elise a cambio de que ésta se desnude para él).

En algunos aspectos, la película recuerda a la novela de Henry James “Otra vuelta de tuerca”, llevada al cine (entre otros) por el español Eloy de la Iglesia en su particular adaptación de 1985. Por su parte, la historia del “niño satánico” resulta reminiscente de “La mala semilla” (Mervyn LeRoy, 1958) y de “La profecía” (Richard Donner, 1976), si bien ésta última no sería estrenada hasta cuatro años después.

El film es muy interesante en su planteamiento, pero cojea durante su ejecución y no termina de enganchar al no usarse todo el potencial que la trama posee.

El co-director Andrea Bianchi realizaría más adelante la inolvidable “Le notti del terrore” a.k.a. “Burial ground” (1981). En esa zombie-exploitation también destacan las relaciones “materno-filiales” – ¡Con un “niño” interpretado por un enano!

Bianchi también dirigió el contundente polizziesco “Quelli che contano” a.k.a. “Cry of a prostitute” (1974), protagonizado por Henry Silva, y el eficiente aunque denostado giallo “Nude per l´assassino” (1975).

Elise está interpretada por la bella sueca Britt Ekland, conocida sobre todo por su papel en “El hombre de mimbre” (Robin Hardy, 1973).

En un pequeño papel de psicóloga puntillosa aparece Lilli Palmer, la severa directora del colegio femenino en „La Residencia“ (Narciso Ibáñez Serrador, 1969).

Para estar compuesta por un músico fílmico de la talla de Stelvio Cipriani, la banda sonora resulta rutinaria y corriente, nada particular.

FHP, diciembre de 2016

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