El virus de Hamburgo – Peter Fleischmann, 1979

El virus de Hamburgo (V.O. “Die Hamburger Krankheit”)

Alemania, 1979

Director: Peter Fleischmann

Guión: Peter Fleischmann, Otto Jägersberg, Roland Topor

Intérpretes: Helmut Griem (Sebastian), Fernando Arrabal (Ottokar), Carline Seiser (Ulrike), Tilo Prückner (Fritz), Ulrich Wildgruber (Heribert)

Música: Jean-Michel Jarre

Género: Ciencia ficción distópica, tragicomedia

Argumento

El médico Sebastian acude a una conferencia gerontológica en Hamburgo sobre cómo prolongar la vida. Uno de sus ancianos compañeros de profesión sufre un colapso y es ingresado en el hospital. Allí acude Sebastian, enterándose de que en la ciudad ha comenzado una misteriosa epidemia, que está segando la vida de cada día más personas. Sobre todo ancianos, pero también gente de todas las edades. Las víctimas suelen sufrir ataques de agresividad como síntoma. Y tienen la particularidad de morir en postura fetal.

Mientras tanto, en la zona portuaria de Hamburgo, la joven Ulrike acude a visitar a una amiga suya prostituta, a la que encuentra muerta. Junto a la casa de la fallecida conoce al vendedor de salchichas Heribert y a su estrafalario amigo Ottokar, postrado en una silla de ruedas. Poco después, unos individuos embutidos en trajes de protección con máscaras de gas, enviados por las autoridades sanitarias, los abducen para internarlos en una clínica, poniéndolos en cuarentena. Allí también está Sebastian, quien tras haber tocado a una de las víctimas de la epidemia es sospechoso de haber sido contagiado.

Todo indica que el brote se ha producido en la zona portuaria, frecuentada por prostitutas y por unos marineros turcos.

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After hours («¡Jo, qué noche!») – Martin Scorsese, 1985

After hours

EEUU, 1985

Director: Martin Scorsese

Género: Comedia

Guión: Joseph Minion

Intérpretes: Griffin Dunne (Paul), Rosanna Arquette (Marcy), Verna Bloom (June), Tommy Chong (Pepe), Linda Fiorentino (Kiki), Teri Garr (Julie), John Heard (Tom), Cheech Marin (Neil), Catherine O´Hara (Gail)

Música: Howard Shore

Argumento

El oficinista Paul, tras su tediosa jornada laboral en una empresa informática, acude a un café donde conoce a la joven Marcy. Tras darle su teléfono, ella se marcha precipitadamente. Una vez en su casa, Paul decide llamarla con la excusa de ver los pisapapeles que ella se dedica a hacer, y Marcy le invita a que vaya a visitarla de inmediato (son más de las once de la noche). La chica vive con una amiga escultora en el Soho, a una distancia considerable de la casa de Paul. Durante el trayecto en taxi, el vehículo circula tan deprisa que Paul pierde los 20 dólares con los que iba a pagar: El billete sale volando por la ventana y Paul se queda tan solo con unos pocos centavos.

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El juguete – Giuliano Montaldo, 1979

El juguete (V.O. Il giocattolo)

Italia, 1979

Director: Giuliano Montaldo

Género: Drama, tragicomedia, polizziesco

Guión: Sergio Donati, Nino Manfredi, Giuliano Montaldo

Intérpretes: Nino Manfredi (Vittorio Barletta), Marlène Jobert (Ada), Arnoldo Foà (Nicola Griffo), Olga Karlatos (Laura Griffo), Renato Scarpa (Giuliano), Mario Brega (un atracador), Vittorio Mezzogiorno (Sauro)

Música: Ennio Morricone

Argumento

Vittorio Barletta es un contable que trabaja para el acaudalado industrial Nicola Griffo, antiguo compañero suyo de clase. Hombre bonachón e ingenuo, Vittorio considera a Nicola amigo suyo; cuando en realidad éste sólo le utiliza. El empresario anda metido en asuntos turbios, y emplea a Vittorio para que lleve su contabilidad negra. Además, Vittorio debe transportar para él maletines de dinero, convirtiéndose así en cómplice en una trama de evasion de impuestos. Patrizia, la hija de Griffo, discute cotidianamente con su padre. La joven reclama más libertad, pues está harta de que los guardaespaldas del magnate la sigan en todo momento. Laura, la mujer de Nicola, se insinúa a Vittorio y éste parece sentirse atraído por ella.

Vittorio está casado desde hace 14 años con Ada, a la que define como “un dolor de cabeza con patas” (ella nunca quiere acostarse con él por sus “dolores de cabeza”). El matrimonio no pasa por su mejor momento y los litigios están a la orden del día. Sin embargo, en el fondo se complementan y necesitan el uno al otro. Ada trata de hacerle ver a su crédulo marido que su “amigo” Griffo le está usando para asuntos ilegales, y que si un día la empresa quiebra o es sometida a controles por las autoridades será él, Vittorio, quien pague las consecuencias – El influyente Griffo podrá costearse caros abogados, dirá que no sabía nada y le echará la culpa a su contable. Vittorio no escucha a su mujer y se dedica en casa a su pasatiempo favorito: Coleccionar y reparar relojes.

Una tarde en la que Vittorio y Ada han salido al supermercado a comprar, el establecimiento es atracado. Los asaltantes amenazan a las cajeras y a los clientes con sus revólveres. Pero los vigilantes intervienen y se produce un tiroteo. En el intercambio de disparos Vittorio es herido en una pierna. Tras su estancia de varios días en un hospital, el contable es dado de alta y debe apuntarse a un gimnasio para realizar ejercicios de rehabilitación.

En el gimnasio Vittorio conoce al policía Sauro y ambos van haciéndose amigos. Los dos son “meriodionales”: La historia se desarrolla en el norte de Italia; Vittorio es de Roma y Sauro de Nápoles.

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8 mujeres – François Ozon, 2002

8 mujeres

Francia, 2002

Director: François Ozon

Género: Intriga, comedia, musical

Guión: François Ozon

Intérpretes: Virginie Ledoyen (Suzon), Catherine Deneuve (Gaby), Danielle Darrieux (Mamy), Firmine Richard (Chanel), Emmanuelle Béart (Louise), Isabelle Huppert (Augustine), Ludovine Saigner (Catherine), Fanny Ardant (Pierrette)

Música: Krishna Levy

Argumento

Francia, años ´50. Suzon, una joven estudiante, regresa a casa por Navidad para pasar las fiestas en familia. Sus padres Marcel y Gaby residen en una opulenta mansión campestre. Con ellos también vive la abuela, conocida como Mamy; así como la tía Augustine, hermana solterona, histriónica y amargada de Gaby, la adolescente Catherine, hermana pequeña de Suzon; y dos empleadas domésticas: la oronda y negra Chanel, y la rubia Louise, ésta última contratada recientemente.

Marcel, el señor de la casa, es un importante hombre de negocios. Es casi mediodía y aún no ha salido de su habitación. Al principio nadie se preocupa, porque él acostumbra a levantarse tarde. Marcel y su esposa duermen en cuartos separados. De improviso se escucha un alarido desgarrador: Es Louise, que había ido a llamar a Monsieur para que baje. Marcel está muerto en la cama, boca abajo, con un puñal clavado en la espalda. Ha sido asesinado.

Tras reponerse del impacto inicial, sus hijas se disponen a llamar a la policía: Pero alguien ha cortado el cable del teléfono (Y todavía no se han inventado los móviles…). Fuera nieva copiosamente, el pueblo más cercano se encuentra a bastante distancia, y es preferible esperar a que el temporal amaine. Por el momento las mujeres se encuentran ante un cadáver y ante un dilema. El asesino (¡o asesina!) aún podría estar cerca. Les llama la atención que los perros no ladraron, así pues es improbable que el crimen fuera cometido por extraños. Las siete comienzan a sospechar mutuamente…

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¿Quién mató al abuelo? – Carlos Enrique Taboada, 1972

¿Quién mató al abuelo?

México, 1972

Director: Carlos Enrique Taboada

Guión: Carlos Enrique Taboada, Rodolfo de Anda

Intérpretes: Amparo Rivelles (Laura), Enrique Rambal (Mario), Eduardo Alcaraz (Arturo)

Género: Comedia

Argumento

Arturo y Laura son un matrimonio de avanzada edad que vive con sus nietos, dos niños y dos niñas. Los abuelos tomaron la custodia tras el trágico accidente, seis meses antes, que costó la vida a los padres de los pequeños – El hijo del matrimonio y su mujer.

El doctor Mario, además de ser el médico, es también un amigo de la familia que les visita con frecuencia. Arturo es un viejo cascarrabias que nunca quiere dejarse examinar por el “matasanos”. Pero finalmente debe acceder a ello, tras perder contra el médico en una partida de ajedrez. Ambos habían apostado que si perdía, aceptaría someterse a un chequeo. Mario comprueba que el estado de su amigo es alarmante. Tiene graves problemas del corazón y la tensión muy alta. Laura se queda muy preocupada, pero su gruñón marido continúa fumando e ignorando los consejos del galeno.

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Terror y encajes negros – Luis Alcoriza, 1985

Terror y encajes negros

México, 1985

Director: Luis Alcoriza

Género: Thriller, comedia negra, drama

Guión: Luis Alcoriza, Ramón Obón

Intérpretes: Maribel Guardia (Isabel), Gonzalo Vega (Giorgio), Jaime Moreno (Rubén), Claudia Guzmán (Coquis)

Argumento

La bella y escultural Isabel vive confinada en casa por su celoso marido. La joven esposa desearía salir por la ciudad, tener un grupo de amigas, irse de compras o al cine. Pero el posesivo Giorgio teme que, si sale sola, sea asediada en la calle por otros hombres.

El matrimonio reside en un ático, en lo alto de un gran edificio de apartamentos. Bajo ellos vive César, solitario hombre de mediana edad, tranquilo y retraído, aficionado a la música clásica y a la antropología. Pero no son esos sus únicos intereses: El reservado caballero tiene un pasatiempo bastante más escabroso; oscuras fantasías a las que da rienda suelta por las noches…

Debajo de César viven tres chicas, compañeras de piso, estudiantes frívolas y juerguistas. Acostumbran a poner la música muy alta y desesperan a su circunspecto vecino con el escándalo. Coquis, sencilla y atractiva, es la chica de los recados del edificio. A César no le gusta que ella vaya por ahí con el pelo suelto, insiste en que mejor se lo recoja. Y es que al respetable señor le excitan sobremanera las melenas femeninas, más adelante veremos hasta qué punto…

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El Televisor – Narciso Ibáñez Serrador, 1974

El Televisor

España, 1974

Director: Narciso Ibáñez Serrador

Género: Suspense, tragicomedia

Argumento

Enrique es un hombre sencillo de mediana edad que trabaja de empleado en un banco en el Madrid de comienzos de los años setenta. El abnegado padre de familia se ha sacrificado siempre para que a los suyos no les faltara de nada. Su empleo como oficinista consume la mayor parte de su tiempo. Diligente y muy ahorrador, ha procurado que su mujer y sus hijos tengan a su alcance todas las comodidades que su sueldo permite: Un buen piso, una lavadora, electrodomésticos… “En realidad todo es mediocre. Pero como Enrique también lo es, no se da cuenta” nos explica el narrador.

Pues el buen Enrique es un hombre simple y gris, consumido por una vida rutinaria y monótona. Tiene, sin embargo, una gran aspiración en la vida; un gran sueño que ansía cumplir algún día: Comprarse un televisor a color, un televisor que no sea «uno cualquiera», sino el último modelo; el más moderno y el de mejor calidad. Nunca ha querido ir a ver la televisión a casa de los vecinos, como hacían su mujer y sus hijos, porque prefiere pacientemente esperar a poder comprarse su propio aparato…

Tras varios años ahorrando, finalmente llega el gran día. Enrique puede comprarse el televisor que tanto ha anhelado. Su esposa Susana se alegra de verlo tan contento. A la mañana siguiente, que es domingo, Enrique ha puesto el despertador para levantarse temprano; pues no quiere perderse la carta de ajuste. Incluso se viste elegantemente de traje y corbata, sentándose con sacramental solemnidad en el sofá dispuesto a no perderse un segundo de emisión.

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Soñar no cuesta nada – Rodrigo Triana, 2006

Soñar no cuesta nada

Colombia, 2006

Director: Rodrigo Triana

Género: bélica, drama, comedia

Guión: Jörg Hiller, Clara María Ochoa

Intérpretes: Diego Cadavid (Lloreda), Juan Sebastián Aragón (Venegas), Manuel José Chávez (Porras)

Música: Nicolás Uribe

Argumento

Un grupo de soldados del ejército colombiano se encuentra cumpliendo una misión en el interior de la selva. El comando “Destroyer” debe enfrentarse a la guerrilla y llega hasta un campamento abandonado hace poco por los subversivos. Lo que no saben es que su misión consistía concretamente en liberar a tres gringos. “Para eso estamos arriesgando el pellejo” protestan varios cuando se enteran a través de la radio. Allí en el campamento descubren un pequeño arsenal a base de fusiles de asalto AK-47. Esperan ser recogidos lo antes posible por otras unidades del ejército, pues se les están acabando las provisiones, y hay varios “lanzas” enfermos con paludismo.

Uno de los reclutas tiene la fortuna de encontrar semienterradas varias caletas repletas de millones de dólares. Se lo comunica a unos pocos camaradas y tratan de que no se enteren más. Al principio no piensan reportar el hallazgo a su superior, pero son descubiertos de todos modos tras el accidental explosionar de una mina, tambien enterrada junto a uno de los contenedores. Uno de los reclutas, Elmer Porras, no considera que sea honesto quedarse con el dinero, que procede de las actividades ilícitas de las FARC, y piensa que hay que entregarlo a las instancias competentes. Pero hasta el teniente, la máxima autoridad en el pelotón, decide que la fortuna sea equitativamente repartida entre todos los componentes del comando “Destroyer”. La suma total que corresponde a cada uno de los soldados asciende a unos 100.000 US$.

Pero pronto empiezan los problemas, pues los “dolorosos” no se pueden comer. Los nuevos millonarios siguen en las profundidades de la selva abandonados a su suerte por el ejército para el cual combaten, que parece haberse olvidado de ellos. También comienzan ciertas maniobras especulativas, con arbitrarios cambios de pesos por dólares y juegos de cartas con altas apuestas, que dan pie a enfrentamientos y rivalidades en el seno de la tropa. Para agilizar el rescate, uno de los soldados toma la resolución de dispararse un tiro en el pie. Consigue de ese modo que el teniente pueda comunicarse exitosamente con otras unidades con la excusa de que “están siendo atacados y hay un soldado herido”, para que rápidamente envíen refuerzos y helicópteros al rescate.

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Rane (a.k.a. The Wounds / Las Heridas) – Srdjan Dragojevic, 1998

Rane (a.k.a. The Wounds / Las Heridas)

Serbia, 1998

Director: Srdjan Dragojevic

Género: gangsters, drama, comedia negra

Guión: Srdjan Dragojevic

Intérpretes: Dusan Pekic (Pinki), Milan Maric (Svaba)

Música: Aleksandar Habic

Argumento

Belgrado, 1996. Dos jóvenes delincuentes, sentados en el interior de un coche, tratan de avanzar una noche en medio de una manifestación. Uno de los dos, que responde al absurdo nombre de „Pinki“, rememora a modo de flashback la historia de su corta vida, la cual narra en primera persona con ciertas dosis de sarcasmo.

Nació en 1980, poco después de la muerte del Mariscal Tito. En 1991, durante su infancia, él y otros amigos se dedican a hostigar y apedrear a otro chico de la vecindad que es de origen croata o esloveno (hoy a esa actitud se la conoce con el anglicismo de “bullying”). Éste, sin embargo, trata de defenderse a pedradas pese a su timidez y retraimiento. El croata es hijo de una presentadora de televisión muy conocida en el barrio, que conduce un programa en el cual entrevista a personajes provenientes de los bajos fondos. Ésta presentadora “madurita” (o “milf”, para usar ese modismo anglicistizante y acrónimo) es el amor platónico del adolescente Pinki, que pensando en ella acude al baño varias veces al día para ejercer compulsivamente el vicio del onanismo. Al barrio retorna un antiguo residente que “ha hecho fortuna” en Alemania; un gangster de medio pelo que se convierte rápidamente en el ídolo de los muchachos del barrio, especialmente de Pinki y su amigo Svaba. Éste estrafalario personaje es conocido como Kure, y aspira algún día a ser entrevistado en el programa televisivo sobre el turbio mundo del hampa. Kure toma a Pinki y Svaba bajo su protección, convirtiéndose en el mentor de ambos, e iniciándoles en el mundo del delito. Les enseña a manejar las armas y les contrata a una prostituta. Los dos adolescentes aprenden rápido, hasta el punto de que llegan incluso a aventajar a su maestro. Éste trata de endurecerlos haciendo, por ejemplo, que corran voluntariamente a golpearse la cara contra su puño extendido. A Pinki, su padre le propina una monumental paliza cuando descubre que frecuenta esas malas compañías (pero irónica y tragicómicamente, unos años más tarde, le pedirá “trabajo” a su hijo cuando éste haya progresado en el gangsterismo y el país esté sumido en una crisis cada vez más asfixiante… Finalmente el pobre hombre se acabará suicidando.)

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Vite perdute – Giuseppe Greco (a.k.a. Giorgio Castellani), 1992

Vite perdute

Italia, 1992

Director: Giuseppe Greco (a.k.a. Giorgio Castellani)

Género: Drama social, tragicomedia

Guión: Giuseppe Greco

Intérpretes: Maria Amato, Carlo Berretta, Gianni Celeste

Argumento

La película cuenta las andanzas de un grupo de jóvenes delincuentes de medio pelo en la turbulenta Palermo de principios de los noventa (algo así como los “perros callejeros” sicilianos). Se suceden varios episodios interrelacionados por la involucración de los integrantes de la banda, que también por separado hacen de las suyas, en sus respectivos microcosmos.

Al inicio del film, comienza la historia vista desde la perspectiva de un pobre desgraciado muerto de hambre, que se las ingenia para sustraer un pollo asado con la ayuda de una especie de tridente, y que está perdidamente enamorado de Lucia, una chica de familia acomodada, que pasa de él olímpicamente. Como el infeliz no tiene teléfono en su casa, le escribe una carta a Lucia rogándole que llame al teléfono de su vecina, la signora Carmella, y que ésta le avisaría a él. Obviamente, ella nunca le llamará; y sin que volvamos a tener noticia del desventurado, la siguiente escena nos transporta a las correrías del grupo delictivo…

El líder de los malvivientes es un veinteañero llamado Rosario. Él y su banda organizan el secuestro de Lucia, la hija de familia rica. Un día la interceptan a la salida de su casa y la introducen por la fuerza en un coche, dándose a la fuga. Una patrulla de la policía secreta que se encontraba en las inmediaciones observa los hechos y se dispone a detener a los delincuentes. Se desata una larga persecución por las calles de Palermo, que luego continúa en la carretera por las montañas a las afueras de la ciudad. Los secuestradores huyen en dos coches diferentes, y uno de ellos (con la policía “pisándole ya los talones”); precisamente aquel donde también se encuentra la secuestrada, se sale de la carretera y cae rodando por una empinada pendiente, impactando contra las rocas y explotando a continuación. Rosario, que iba en el otro coche algo más por delante, contempla la escena estupefacto, y para vengar a sus amigos, frena, desciende del automóvil y acribilla a balazos a los policías perseguidores, a los que considera responsables de la tragedia.

Por la noche está en su cama tratando de dormir, sin lograr conciliar el sueño a causa de la congoja que le producen los hechos del día; cuando llega su madre (muy preocupada por la vida inestable y errática que lleva) y le amonesta por “no seguir con sus estudios”, “no buscarse un trabajo”, etc, como las madres típicamente suelen hacer.

La progenitora de Rosario trabaja de criada en la casa de un influyente político, que se siente eróticamente atraído por ella. Se trata lógicamente de una madurita, pero el rechoncho y calvo “onorevole” es aún más “madurito”, y se aprovechará sexualmente de ella cuando Rosario es encarcelado tras un intento de atraco, pues con sus influencias consigue la rápida liberación del joven a cambio de ciertos “favores” por parte de la madre de éste. Rosario es puesto en libertad no sólo debido a la intercesión del político, sino también debido a que un incómodo testigo de sus fechorías ha sido intimidado por sus secuaces para que en el momento del careo padezca ciertas “lagunas mnemónicas”, declarando “no acordarse” y “no reconocer” al delincuente entre los sospechosos… Una vez el jefe del grupo está en la calle, se reúne con sus „discípulos“ y tiene lugar una especie de parodia de la última cena.

Pero un policía que se parece a Bud Spencer, insatisfecho con el lamentable hecho de que los rateros salgan a la calle poco después de ser detenidos y harto de la impotencia de la justicia para condenar a los delincuentes, tratará de poner fin a las correrías de Rosario y los suyos.

Comentario

Las tramas dentro de la trama no siempre están bien hilvanadas, de forma que a veces no alcanza del todo a comprenderse la “historia-esqueleto” que sostiene a la película. Por ejemplo, el pobre desgraciado que aparece al inicio, que en los primeros diez minutos se supone que será el protagonista, y con el que el público empieza a sentir gran empatía, ya no vuelve a aparecer más. Ésto es atribuíble a los fallos que presenta en el guión ésta desconocida (pero interesante) producción transalpina.

Existen ciertas reminiscencias pasolinianas (y “eloydelaiglesianas”), pues se encuentra retratado ese subproletariado con tendencia a la comisión de actos delincuenciales, temática recurrente del cineasta boloñés, como en “Accatone” (1961) o “Mamma Roma” 1962) (y en España, del cine quinqui)… En éste contexto también viene a la memoria “Amore Tossico” (1983) de Claudio Caligari (protagonizado, como “El Pico” (1983), por auténticos yonkis y maleantes), aunque éste film se encuentra más bien encuadrado en la línea de “Christiane F.” (1981) y los dramas de drogodependientes heroinómanos de los años ochenta.

El director de éstas “Vidas Perdidas” es el hijo, nada menos, que del jefe de la Mafia siciliana Don Michele Greco (1924-2008), conocido como “El Papa” y mediador entre las familias de la Cosa Nostra, condenado en el Maxiprocesso de Palermo en 1986 – Una especie de Vito Corleone de la vida real.

La banda sonora corre a cargo de un grande: Claudio Simonetti, líder de los Goblin, compositor también de la excelente y setentera/ochentera música synth-rock-wave que acompaña a la mayoría de las películas de Dario Argento (“Suspiria”, “Profondo Rosso”, etc).

FHP, 2014