Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha (V.O. Indagine su un cittadino al di sopra di ogni sospetto)
Italia, 1970
Director: Elio Petri
Género: Thriller, polizziesco
Guión: Elio Petri, Ugo Pirri
Intérpretes: Gian Maria Volontè (Dottore), Florinda Bolkan (Augusta), Orazio Orlando (Brigadier Biglia), Massimo Foschi (Terzi)
Música: Ennio Morricone
Argumento
El “dottore” es un alto mando policial y jefe del departamento de homicidios. Hombre ambicioso y tenaz, ha sido ascendido: Pasará a liderar la oficina de asuntos políticos. Su misión consistirá en mantener a raya a “agitadores y subversivos”.
El autoritario personaje se cita esporádicamente con su amante, Augusta Terzi, a la que visita en su apartamento. Augusta, una joven divorciada, se divierte con morbosos y macabros juegos eróticos: Le gusta hacerse pasar por muerta (en diferentes posturas y situaciones) y que el “dottore” le saque fotos, como suelen hacer los agentes cuando encuentran el cadáver de alguien que ha muerto en circunstancias violentas. También disfruta jugando a ser interrogada por el duro policía.
Una tarde en que el “dottore” visita a Augusta ésta le pregunta jovialmente “¿Cómo me vas a matar ésta vez?”. “Te cortaré la garganta” responde él. Y poco después, mientras están juntos en la cama, el policía efectivamente la degüella, sirviéndose para ello de una hoja de afeitar…
El “dottore” trata de fingir que el móvil del crimen fue un atraco, y se lleva el dinero que encuentra así como algunas joyas. Al salir del edificio se cruza con un joven vecino. Como se sabrá algo más tarde éste es Antonio Pace, un militante anarquista que entra dentro de la categoría de “subversivos” a los que el “dottore” debe controlar.
El mismo “dottore” llama a la policía notificando el suceso, y poco después regresa a la casa con sus hombres (se cumple así la famosa sentencia de que “el asesino siempre vuelve al lugar del delito”); para tomar huellas e investigar el crimen (es su último trabajo como jefe de la sección de homicidios). Por los indicios que encuentran, algunos de sus agentes se dan cuenta en seguida de que el supuesto atraco sólo sería un ardid del homicida para despistar.