La sombra del asesino – Luigi Cozzi, 1975

L´assassino é costretto ad uccidere ancora (a.k.a. “The killer must kill again”)

Italia, 1975

Director: Luigi Cozzi

Guión: Luigi Cozzi, Daniele Del Giudice, Adriano Bolzoni

Intérpretes: George Hilton (Giorgio), Tere Velázquez (Norma), Cristina Galbó (Laura), Alessio Orano (Luca)

Música: Nando De Luca

Género: Giallo

Argumento

Giorgio Menardi está casado con Norma, la hija de un acaudalado industrial. El matrimonio no funciona demasiado bien y la pareja discute con frecuencia. Ella está celosa de sus supuestas aventuras y él teme que Norma le impida acceder a su cuenta del banco. Pues Giorgio, cuyos negocios propios carecen de éxito, vive a expensas del dinero de su mujer.

Al mismo tiempo, un asesino anda suelto en la ciudad y se dispone a deshacerse del cadáver de una joven. Esa noche, Giorgio observa por casualidad cómo alguien empuja al río un automóvil con una figura humana en su interior. Giorgio comprende que acaba de tener lugar un asesinato, y se dirige al criminal para proponerle “un trato”: No revelará a la policía lo que ha presenciado si el asesino acepta colaborar con él. Giorgio le propone que mate a su esposa, y a cambio no sólo guardará silencio sobre el otro crimen sino que además le recompensará generosamente.

El asesino acepta el encargo, y Giorgio le explica los detalles que debe tener en cuenta. El criminal deberá desembarazarse del cuerpo, y hacer ver que se trata de un secuestro. Con Norma, Giorgio finge una reconciliación para que ella no sospeche de sus propósitos. Le dice que por la noche “vendrá a casa un amigo”, para asegurarse de que le abra la puerta al asesino. Mientras tanto, él estará en un evento social, rodeado de mucha gente, para tener una coartada garantizada.

Por la noche, el asesino llega a casa de los Menardi y Norma le abre creyendo que se trata del anunciado amigo de su esposo. A la mujer el individuo le parece desde el primer momento bastante inquietante, pero no tiene tiempo de hacer nada al respecto: Es estrangulada. El asesino carga su cadáver y lo introduce en el maletero de su coche. Entonces, cuando está a punto de marcharse, recuerda que en la casa bebió un vaso de agua que le ofreció Norma y regresa para limpiar todas las posibles huellas que hayan podido quedar en él y que le vinculen al delito. El asesino comete el tremendo error de dejar las llaves en el coche… Y cuando vuelve a salir a la calle, su automóvil ha desaparecido. Se lo han robado… con la muerta en su interior. De inmediato, el criminal roba otro coche (haciendo saltar la alarma y despertando a los vecinos) y emprende el seguimiento de los ladrones que le han trastocado los planes.

Éstos son una joven pareja, Luca y Laura, que tienen la intención de pasar unos días en la playa. Ambos ignoran lo que hay en el maletero, y tampoco saben que un asesino feroz les pisa los talones…

Sigue leyendo