Los Bulbos – Narciso Ibáñez Serrador, 1974

Los Bulbos

Argentina, 1974

Director: Narciso Ibáñez Serrador

Género: Terror/Suspense

Guión: Narciso Ibáñez Serrador (como Luis Peñafiel)

Intérpretes: Narciso Ibáñez Menta, Víctor Laplace, Virginia Lago

Argumento

Un mercachifle, el buhonero Gianfranco (Narciso Ibáñez Menta), llega a un pequeño pueblo italiano llamado Montepulciano para vender sus baratijas a la población. Le acompaña su asistente, la joven Lina. Los niños del lugar se sienten atraídos por los trucos de prestidigitación que realiza el mercader y se dedican a frecuentarlo, pues lo ven como a una especie de mago.

Misteriosamente, uno a uno, los niños de la localidad comienzan a desaparecer; pero sólo por unas horas… Cuando regresan se encuentran completamente transformados; con un carácter extraño, taciturno, hierático, impropio de ellos hasta el momento, y que alarma a sus padres y familiares.

El hermano de uno de éstos niños es un joven médico; que además está enamorado de la atractiva asistente del extraño comerciante. El audaz doctor se percata de que, a parte del comportamiento, algo más ha cambiado en su hermano pequeño: Ahora tiene una cicatriz en el pecho. Inmediatamente establece una conexión entre el misterio que afecta a los niños y el siniestro Gianfranco.

Mientras tanto, el encargado de la pensión donde se aloja el buhonero, comenta a una empleada que por las noches observa “unos satélites que surcan el cielo”. Al parecer, se trata de OVNIs.

El joven doctor toma la resolución de operar urgentemente a su hermano, tras confirmar con rayos X que tiene cerca del pulmón una especie de bulto palpitante que parece tener vida propia. La intervención quirúrgica es un éxito, y al niño le es extraído una especie de ser gelatinoso, el bulbo, con ramificaciones o tentáculos, que había aumentado de tamaño desde que el día anterior fue observado por los rayos X.

El médico llega a la conclusión de que se trata de un organismo parasitario maligno, que “no puede ser de éste mundo” porque “carece de células”; y se deshace viscosamente hasta desaparecer una vez separado del organismo humano al que se había acoplado.

Esa entidad succionaba la energía vital del cuerpo parasitado, y se dedicaba paulatinamente a extender su dominio sobre él; de no haber sido extirpado a tiempo se habría extendido al cerebro tomando control absoluto de su víctima.

El doctor decide que lo mejor es operar a todos los niños afectados (ardua tarea, pues es necesario contar con el permiso de los padres) y lo que es aún más importante: hay que actuar contra Gianfranco, el responsable de injertar esos bulbos en los niños. Pero no hay pruebas sólidas contra él y a nivel legal nada se puede hacer… Sólo cuando la hija del jefe de policía corre la misma suerte que el hermano del médico, las autoridades intentarán frenar al infernal mercachifle.

 

Comentario

Lamentablemente no he podido ver completa la mini-serie de “Los Bulbos”, y ésta reseña se reduce al episodio de en medio. Actualmente, éste episodio (emitido por la televisión argentina en 1974) es el único que se conserva disponible en video (y en la red); al parecer todas las copias de los dos otro capítulos, el inicio y el desenlace, se “han perdido”. Es curioso que ha sucedido lo mismo con otras películas del gran Ibáñez Menta, como es el caso de “El Muñeco Maldito” (1962), basado en una obra de Gaston Leroux.

El protagonista es Narciso Ibáñez Menta, y la dirección corre a cargo de su hijo Narciso “Chicho” Ibáñez Serrador, el Hitchcock hispano. “Los Bulbos” entran dentro de la versión argentina de las excelentes “Historias para no dormir”, emitidas en España durante los años sesenta y primeros setenta.

Ésta historia (la mini-serie argentina de los bulbos) recuerda a capítulos españoles de la serie como “La Alarma” o “El Fin que empezó ayer”, por su muy sugestiva y fascinante temática de entidades parasitarias de origen extraterrestre apoderándose de la voluntad humana…

Todas éstas películas del genial Chicho son anteriores al éxito de John Carpenter “They Live!” (“Viven!”, 1988), que tiene un argumento muy similar. No es, por lo tanto, imposible que el director norteamericano se “inspirase” en las insuperables obras del maestro Ibáñez Serrador.

FHP, 2014

Los muchachos de antes no usaban arsénico – José A. Martínez Suárez, 1976

Los muchachos de antes no usaban arsénico

Argentina, 1976

Director: José A. Martínez Suárez

Género: Comedia negra

Guión: José A. Martínez Suárez, Augusto Giustozzi

Intérpretes: Narciso Ibáñez Menta (Norberto), Mecha Ortiz (Mara), Arturo García Buhr (Pedro), Bárbara Mújica (Laura)

Música: Tito Ribero

Argumento

Mara Ordaz, una sesentona actriz retirada, vive en una gran casa de campo junto a su marido (en silla de ruedas) y otros dos ancianos; su médico (jubilado) y su antiguo asistente. La diva (que nostálgicamente se dedica a ver una y otra vez sus propias películas de cuando era joven) decide vender la casa para mudarse a la ciudad con su marido, desembarazándose así de los otros dos “acoplados” (uno de los cuales es su cuñado), a los que ya no soporta.

Pero los tres hombres (muy amigos entre ellos); su esposo Pedro, Martín y Norberto (éste último interpretado por Narciso Ibáñez Menta) se oponen, y quieren continuar residiendo tranquilamente en la casa campestre.

Un día llega la encargada de gestionar la venta del inmueble, la atractiva Laura. Ésta intentará convencer a Pedro de que acceda a vender la casa.

Las mujeres de Martín y Norberto desaparecieron en “extrañas circunstancias”… La esposa de Martín (y hermana de Mara) murió en un “accidente casero” supuestamente cayendo por las escaleras; mientras Mara se encontraba rodando su última película. Y la de Norberto sencillamente “se esfumó”, se marchó sin dejar ni huella.

Laura, que trata de manera muy dulce a los tres ancianos y a la señora de la casa (trayendo incluso regalos para ganarse su confianza), comienza a sospechar que las dos ausentes fueron asesinadas por sus maridos (en el caso de la mujer de Norberto, con ayuda de ácido para hacer desaparecer el cadáver).

Martin – Crees que lo sabe?

Norberto (Ibáñez Menta) – No sabe mucho, pero supone demasiado… y lo malo es que supone bien

 

Para impedir que se concrete el proceso de venta (y que se inicien indagaciones al respecto de las “desaparecidas”), los tres amigos están dispuestos a recurrir a todos los medios que sean necesarios.

Comentario

Simpática comedia de humor negro sobre tres viejitos que se ven perturbados en su apacible cotidianeidad por dos mujeres intrigantes; la “diva” y la especuladora. El final sorpresa es excelente.

El gran Narciso Ibáñez Menta, el “Lon Chaney” hispano, fue un gran actor español que sin embargo es más famoso en Argentina que en su país natal, por haber residido (y trabajado) durante muchos años al otro lado del Atlántico.

Una película donde participa él, por lo general no defrauda; y ésta no es la excepción. Muy recomendable.

FHP, 2014