The Wolves (V.O. Shussho Iwai)
Japón, 1971
Director: Hideo Gosha
Género: Gendai-geki, Ninkyo-eiga (yakuza)
Guión: Hideo Gosha, Kei Tasaka
Intérpretes: Rumi Aiki, Hideyo Amamoto, Noburo Ando
Música: Masaru Sato
Argumento
Japón, diciembre de 1926. Tras el fallecimiento del Emperador Taisho y la entrada en el periodo Showa con su sucesor Hirohito, el gobierno concedió una amnistía carcelaria de la que se beneficiaron varios convictos.
Entre ellos se encuentran algunos destacados integrantes de dos poderosas familias de la Yakuza: Los Kannon-gumi y los Enoki-ya. Éstos dos clanes están dispuestos a firmar la paz, y para ratificar los nuevos tiempos de mutua cooperación y zanjar definitavente sus seculares disputas, han decidido celebrar próximamente el enlace matrimonial entre Aya, la hija del fallecido líder de los Enoki-ya, y el nuevo jefe de los Kannon-gumi. A partir de ahora, se supone que los miembros de ambas familias pasarán a ser “aniki”, hermanos. Ésta reconciliación se produce bajo el arbitraje de un gran jefe Yakuza, que busca participar próximamente en la construcción de una red ferroviaria desde Japón hasta Manchuria.
Los miembros del Enoki-ya liberados tras la amnistía estaban cumpliendo una condena por el homicidio del antiguo jefe de los Kannon-gumi, mientras el viejo líder de los Enoki-ya (padre de Aya, la joven que ha de ser entregada al matrimonio de conveniencia) falleció supuestamente tras un derrame cerebral. Pero Aya está enamorada de otro yakuza, Tsutomu, quien también ha sido liberado, y no tiene la intención de casarse con el nuevo oyabun de los Kannon-gumi.
Se van sucediendo numerosas intrigas, asesinatos y traiciones, hasta el explosivo desenlace final, incluyendo un nocturno duelo en la playa con fiesta shintoísta de fondo.
Comentario
Muy buen film de yakuza dirigido por Hideo Gosha, uno de los máximos exponentes del género gendai-geki y del ninkyo-eiga. Las películas jidai-geki son aquellas cuyas historias se desarrollan en el periodo Edo, hacia finales del shogunato Tokugawa; es decir “las de samurais”, mientras que las gendai-geki están ambientadas en la época contemporánea, tras la restauración Meiji, y se las suele relacionar con el cine de yakuzas de los años sesenta y setenta. El ninkyo-eiga, literalmente “películas de caballería”, también hace referencia a los films de gangsters y alude a los yakuza como los nuevos samurais, es decir los “caballeros” de la época actual, tomando ellos el rol que los ronin desempeñaban en el siglo precedente, el papel de personajes que se guían por un rígido y ancestral código de honor que para la mayoría de los japoneses en la “sociedad legal” moderna se considera desfasado: “En nuestro mundo, romper una promesa significa derramamiento de sangre” dice uno de los gangsters de ésta película. Tema principal de los ninkyo-eiga es el conflicto entre giri y ninjo, es decir entre la obligación hacia el clan (hacia la comunidad) y los sentimientos personales del yakuza.
En “Shussho Iwai” (título internacional “The Wolves”) tenemos un melodrama gangsteril sobre la rivalidad nunca superada y la problemática reconciliación entre dos clanes; incluyendo las viejas heridas que no terminan de cicatrizar, las traiciones y conspirativas intrigas siempre a la orden del día; y con reminiscencias a la arquetípica y trágica historia de amor de “Romeo y Julieta”. Éste film de Gosha es estilísticamente muy potente, y aunque en ocasiones la trama pueda resultar confusa, es innegable el poderío visual y los tonos poéticos que la película irradia. Su carácter casi épico la convierte en un precedente japonés de joyas del cine como “Goodfellas” (1990) o “Casino” (1995), e Hideo Gosha puede ser considerado a todas luces como una especie de Scorsese nipón.
Hideo Gosha (1929-1992) dirigió en 1969 Hitokiri, film de samurais donde su amigo el famoso escritor nacionalista Yukio Mishima participa como actor (interpretando al ronin Tanaka Shinbei), junto a dos grandes de la talla de Shintaro Katsu (serie de Zatoichi, trilogía de Goyokiba…) y Tatsuya Nakadai (Seppuku,1962…). Mishima, gran aficionado al cine de yakuza y admirador de Hideo Gosha, no llegaría a ver Shussho Iwai, puesto que se había inmolado en 1970, un año antes de su estreno.
FHP, 2014