Lisa y el diablo – Mario Bava, 1973

Lisa e il diavolo

Italia, 1973

Director: Mario Bava

Género: Suspense, terror

Guión: Mario Bava, Alfredo Leone

Intérpretes: Elke Sommer (Lisa), Telly Savalas (Leandro), Syva Koscina (Sophia), Alessio Orano (Max), Gabriele Tinti (George, el chófer), Espartaco Santoni (Carlos), Alida Valli (Condesa)

Música: Carlo Savina

Argumento

Lisa forma parte de un grupo de turistas que visita Toledo. En una de las plazas, el guía les muestra un fresco donde está representado el Diablo, y les explica cómo en la imagen “porta a los muertos”. Lisa se aleja de los demás internándose en las estrechas callejuelas del casco antiguo. Se introduce en una tienda de souvenirs, donde ve a un individuo calvo y de mirada inquietante que le recuerda al Diablo que acaba de ver en la pintura. La joven trata de regresar con sus compañeros, pero se pierde por los solitarios callejones. Los pocos vecinos que encuentra a su paso la ignoran, alejándose o cerrando hostilmente las ventanas.

Finalmente la desorientada Lisa vuelve a encontrarse con el tipo calvo de antes… que está portando un maniquí (de igual modo que el “Diablo porta a los muertos” según la creencia tradicional representada en la imagen de la que hablara el guía). Asustada y titubeante, la chica le pregunta por dónde debe ir para regresar al centro. El extraño hombre le indica con sonrisa malévola que tome uno de los callejones.

Lisa corre angustiada en esa dirección, está comenzando a oscurecer. De repente se encuentra con un hombre idéntico al maniquí que el individuo de antes estaba portando. El desconocido se dirige hacia ella, llamándola “Elena”. Presa del pánico, la turista lo empuja; lo que provoca que él caiga escaleras abajo desnucándose.

Más aterrada que nunca, Lisa huye del lugar lo más lejos que puede. Ya de noche, ve un viejo coche y se acerca a pedir auxilio a quienes están en su interior: Se trata de un matrimonio de mediana edad y su chófer. Éstos acceden a llevarla de regreso a su hotel, pero por el camino, a las afueras de la ciudad, el automóvil se avería. Al bajar del coche se encuentran con que están frente a una gran mansión, y tocan a la puerta para que sus moradores les ayuden.

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Cani arrabbiati (a.k.a. «Semáforo rojo») – Mario Bava, 1974

Cani arrabbiati (Perros Rabiosos) a.k.a. «Semáforo Rojo» a.k.a. «Rabid Dogs»

Italia, 1974

Director: Mario Bava

Género: Thriller, road movie

Guión: Alessandro Parenzo

Intérpretes: George Eastman (Trentadue), Maurice Poli (Dottori), Don Backy (Bisturi), Riccardo Cucciola (Riccardo)

Música: Stelvio Cipriani

Argumento

Cuatro delincuentes llevan a la práctica el atraco que han planeado: Se trata de asaltar a las puertas de una fábrica a los que traen el sueldo semanal de la nómina para los empleados. La banda, cuyos integrantes están fuertemente armados, no escatima en el uso de la violencia; dos vigilantes mueren durante el intercambio de disparos, y uno de los trabajadores es asesinado al resistirse a soltar la bolsa con el dinero.

Los delincuentes toman el botín y se dan a la fuga en un coche robado. Uno de ellos es alcanzado en el cuello por los tiros de la policía y muere instantes después. Tratando de evadir a las autoridades los tres criminales restantes se introducen en un garaje con la intención de cambiar de coche. La policía les pisa los talones, y para poder escapar toman dos mujeres como rehenes. A uno de los delincuentes se le “va la mano”, rajando fatalmente el cuello de la chica que tenía agarrada. Los agentes deciden dejarlos marchar para que no maten también a la otra…

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Christopher Lee in memoriam: Hércules contra los vampiros – Mario Bava, 1961

 

Con motivo del fallecimiento de Christopher Lee el pasado domingo, hecho público hoy día 11 por su viuda, publicamos a modo de pequeño homenaje una crítica recientemente redactada sobre un curioso peplum de Mario Bava donde el famoso vampiro fílmico (en la tradición de Bela Lugosi) encarna, como no podía ser de otra manera, al «malo de la película»…

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Hercules in the haunted world (V.O. Eracle al centro della Terra, a.k.a. “Vampire gegen Herakles”)

Italia, 1961

Director: Mario Bava

Género: Peplum, aventuras

Guión: Mario Bava, Franco Prosperi, Sandro Continenza

Intérpretes: Reg Park (Hércules), Christopher Lee (Licos), Leonora Ruffo (Deyanira)

Música: Armando Trovajoli

 

Argumento

El semidios Hércules/Heracles (Reg Park) es uno de los muchos hijos que Zeus, el divino señor del Olimpo, ha tenido con mujeres mortales. Dotado de una fuerza sobrehumana y una formidable constitución física, en ésta aventura Hércules debe liberar a su amada, la princesa Deyanira, de un hechizo que la mantiene ensimismada y privada de razón, incapaz de llevar a cabo sus cotidianas funciones e incluso de reconocer a sus seres queridos. La enfermedad mental que padece la muchacha ha sido provocada por las malas artes de su tío Licos (Christopher Lee), un brujo-vampiro que tiene la intención de usurpar el trono. Hércules consulta al oráculo de Medea, y ésta le revela que para sanar a Deyanira deberá partir al Hades, el oscuro dominio de Plutón, dios de los muertos. Una vez allí, tendrá que apoderarse de la manzana dorada de las Hespérides. El musculoso coloso se dispone a emprender el periplo hacia el inframundo y lleva consigo a dos camaradas: el proto-casanova Teseo y el payasil Telémaco. Los tres se enfrentarán a numerosos peligros en las profundidades del averno. Hércules logra con esfuerzo titánico arrancar la manzana dorada del árbol que custodian las Hespérides. Mientras tanto, sus amigos son atacados por un grotesco monstruo de piedra, al que consiguen derrotar a tiempo. Cuando se disponen a emprender el camino de regreso a la superficie terrestre, Teseo se precipita al vacío cayendo a las llamas, sin que Hércules pueda hacer nada salvarlo. Pero Teseo no ha muerto, pues despierta poco después en compañía de una bella joven, de la que se enamora perdidamente. Ésta resulta ser nada menos que Perséfone/Proserpina, la hija de Plutón. Teseo se lleva consigo a Perséfone, y se reúne de nuevo con sus compañeros, quienes a bordo de un barco han iniciado el camino de retorno hacia el mundo exterior. Pero no contaban con la ira de Plutón, quien desencadena una virulenta tormenta contra los navegantes, a quienes ve como los raptores de su hija. Perséfone propone que para aplacar momentáneamente a su encolerizado progenitor, Teseo se deshaga de la manzana dorada de las Hespérides, arrojándola al mar embravecido. Teseo así lo hace, ante la perplejidad de Hércules, quien le recrimina tal acción. Pero, efectivamente, tras lanzar la manzana al agua, la tempestad comienza a amainar, y quienes a bordo del barco se encuentran pueden llegar sanos y salvos a tierra firme. Pese a haber perdido la manzana, Hércules regresa al palacio donde se halla la convaleciente Deyanira y ésta se ha ya repuesto de su enajenación. El coloso no sospecha todavía que el causante de la misma fue el perverso Licos. Sin embargo, nuevas plagas, pandemias y vicisitudes amenazan a los habitantes del pequeño reino helénico; la furia de Plutón por el rapto de su hija se ceba con las gentes la zona. Hércules acude una vez más al oráculo de Medea, quien le comunica que para que no se desencadene una auténtica catástrofe debe convencer a Teseo para que devuelva a Perséfone al Hades. Pero Teseo, loco de amor por la princesa de los infiernos, se resiste a renunciar a ella y llega a enfrentarse a Hércules. Éste, tras haber fracasado en el intento de hacer entrar en razón a Teseo, con paciencia se dedica a contener a su exaltado amigo tratando de no hacerle demasiado daño. Cuando Teseo yace medio inconsciente aparece Perséfone, quien le dice a Hércules que voluntariamente retornará junto a su padre para impedir mayores desgracias. Le avisa además del grave peligro que corre Deyanira a manos del pérfido Licos. Alertado por Perséfone, Hércules acude raudo a socorrer a su amada, y llega al castillo en cuyas criptas ésta se encuentra retenida. Licos, que es un vampiro, se dispone a sacrificar a su sobrina. Hércules es abordado por una pútrida docena de muertos vivientes, que salen torpemente de sus tumbas y tratan de impedir al héroe que cumpla su misión. Los espantosos cadáveres andantes son despedazados por Hércules, que se abre camino hasta enfrentarse con el usurpador, brujo y vampiro Licos, al que finalmente aplasta bajo una inmensa piedra. Deyanira está ahora a salvo. Teseo se reencuentra con Hércules y Deyanira en la playa, sin recordar su amorío con la hija de Plutón. Tan solo han quedado unas vagas reminiscencias, que le parecen los restos de un sueño. Pero pronto olvida a Perséfone, cuando ve a la novia de Telémaco, a la que conquista rápidamente en las propias narices de éste…

Comentario

A partir de los años cincuenta se rodaron en Italia múltiples películas de un género que sería conocido como “sword&sandals” (“espada y sandalias”); y también como “peplum” (el peplo era la túnica grecorromana). Se trataba de llevar a la gran pantalla historias de aventuras que tuvieran por marco la Antigüedad clásica: leyendas, mitología, gladiadores, romanos contra bárbaros, etc. Famosas muestras de éste género fílmico son la serie de películas de “Maciste”, y las que tienen por protagonista a Hércules. Una de éstas últimas es la que nos ocupa, Ercole al centro della Terra. Fue dirigida por Mario Bava, uno de los precursores del giallo y maestro italiano del suspense, inspirador de Argento, Fulci y muchos otros; además de padre del también director Lamberto Bava. En ésta ocasión Hércules está interpretado por el culturista británico Reg Park, que si bien no es tan célebre en el peplum como su coetáneo Steve Reeves, cumple con creces en su rol de forzudo hijo de Zeus. Christopher Lee, famoso actor que ha encarnado incontables veces a Drácula, da vida en ésta película al malvado Licos. Ercole al centro della Terra nos muestra las peripecias del héroe, que no vacila en descender hasta los mismísimos infiernos para devolver la salud a la mujer que ama, y por consiguiente a la entera nación que de ella depende. Múltiples trampas e ilusiones estarán al acecho, sus enemigos en todo momento tratarán de hacerle fracasar. Pero no sólo sus músculos y sus aliados le ayudarán a desenvolverse en las arduas tareas para salir victorioso, sino también (y sobre todo) su férrea voluntad.

En ésta producción también participó como ayudante de dirección Franco Prosperi, quien dos décadas más tarde realizaría la mediocre pero hilarante “Gunan” (1982), una barbarian-exploitation a la italiana, de las muchas que se rodaron tras el arrollador éxito del “Conan el Bárbaro” de John Milius. En éste otro género, que sin duda puede interpretarse también como un resurgir ochentero del peplum, se encuentran obras como “Sangraal” de Michele Massimo Tarantini (conocida en España como “La Espada Salvaje de Krotar”) o la saga de “Ator” de Joe D´Amato.

En Ercole al centro della Terra tenemos un pequeño “crossover” con el posterior cine de zombies (varios años antes del estreno del éxito de George Romero). En los ochenta, los italianos reemprenderían la “zombimanía” aprovechando el tirón comercial que el subgénero de los muertos vivientes adquirió. Mención aparte la simbología esvastiforme-espiral que aparece en la puerta de los aposentos de Licos.

Otro aclamado director que se inició tras las cámaras con el peplum es el gran Sergio Leone, con “El Coloso de Rodas” (también de 1961).

FHP, 2015