Los amores de Hércules (V. O. Gli amori di Ercole)
Italia, 1960
Director: Carlo Ludovico Bragaglia
Género: Peplum
Guión: Sandro Continenza, Luciano Doria, Andrea Manca
Intérpretes: Jayne Mansfield (Deyanira / Hipólita), Mickey Hargitay (Hércules)
Música: Carlo Innocenzi
Argumento
Soldados aquileos comandados por el general Licos arrasan un campamento donde se encuentra la esposa de Hércules, asesinando a ésta. Licos, que ha tramado un maquiavélico plan para hacerse con el trono de Aquilea, pretende usar las ansias de venganza de Hércules en su propio provecho. Una vez en su país, Licos asesina al rey legítimo de Aquilea y difunde que ha caído en combate durante el ataque al campamento.
Cuando Hércules es informado acerca del trágico fin de su mujer, parte rumbo a Aquilea con ansias de venganza, tal y como Licos había previsto. Pero Hércules ignora aún que el rey de ese país (al que considera responsible) ya está muerto. Ahora su hija Deanita ha ascendido al trono en calidad de sucesora. Hércules logra entrar en la amurallada capital tras derribar el portón de hierro con un tronco a modo de ariete, y llega hasta el palacio de la reina. Ésta le explica que su padre murió durante la batalla (pues obviamente no sabe que fue asesinado por Licos), y que ella es ahora la soberana, y deberá purgar los errores de su progenitor.
Así, Deanita es sometida a una especie de “juicio divino” tradicional del país, que consiste en colocarse como blanco de un lanzador de hachas. Si los dioses consideran que es “culpable”, la persona sometida al “juicio” será alcanzada por un hachazo; y si no, el filo del hacha no le rozará. Hércules es nombrado, pese a sus recelos, como ejecutor de los lanzamientos. El semidios que buscaba resarcirse por el asesinato de su esposa no guarda ningún rencor hacia la reina, quien a sus ojos es inocente, y no tiene intención de acertar en el blanco. Así, Deanita supera la prueba para decepción del malvado Licos, quien había confiado en que sería muerta por uno de los hachazos.