Rocky II – Sylvester Stallone, 1979

Rocky II

EEUU, 1979

Director: Sylvester Stallone

Género: Drama, deportes

Guión: Sylvester Stallone

Intérpretes: Sylvester Stallone (Rocky), Talia Shire (Adrian), Burt Young (Paulie), Carl Weathers (Apollo), Burgess Meredith (Mickey)

Música: Bill Conti

Argumento

Tras el ajustado combate entre Rocky y Apollo Creed, ambos púgiles han quedado tan maltrechos que deben ser internados en el hospital. Para sorpresa de todos, Rocky no cayó en los primeros asaltos, sino que puso en serios aprietos al consolidado campeón Creed. Éste, ante los periodistas que les siguen al hospital, acusa a su rival de haber tenido “suerte”. Podría decirse que ambos empataron.

Tras los exámenes a los que le someten, los médicos le dicen a Rocky que debería dejar el boxeo. Debe olvidarse de su prometedora carrera en el ring porque ha sufrido graves daños en un ojo; y si vuelve a combatir corre el riesgo de quedarse ciego. Sin embargo, Apollo está obsesionado con conseguir una revancha; para demostrar al mundo que él, rey de los pesos pesados, es capaz de aplastar a ese “don nadie” que sólo tuvo “suerte”.

Cuando sale del hospital, a Rocky le llueven ofertas de empleo de agencias publicitarias. Él piensa que de ahora en adelante podrá vivir de eso. Pero lo primero que tiene en mente es casarse con su novia Adrian. A la boda, oficiada por un párraco del barrio en italiano, acuden sólo los más íntimos de la pareja; entre ellos Paulie, el hermano de ella. Una vez desposados, Rocky compra una nueva casa y un coche.

Cuando la hinchazón de la cara (a causa de los golpes) ha disminuido, lo llaman para rodar anuncios publicitarios… Pero el boxeador, al que disfrazan de troglodita, resulta ser un desastre a la hora de interpretar ante las cámaras. No es capaz de memorizar su texto, y además lee demasiado despacio y con errores los carteles donde le apuntan lo que debe decir… Así naufraga la apenas comenzada carrera de actor y debe ponerse a buscar seriamente un trabajo. Como no tiene ni el graduado escolar, encontrar un empleo será tarea difícil. Pronto se ve obligado a vender el flamante coche que acababa de comprar.

Los problemas económicos comienzan a acosar a la pareja, especialmente ahora que Adrian está embarazada. Ella decide volver a trabajar a tiempo parcial en la tienda de mascotas. Rocky encuentra un empleo en la fábrica de carnes de su amigo y cuñado Paulie, pero pronto lo despiden; supuestamente porque debían recortar personal…

Mientras tanto, Apollo Creed continúa con la idea fija de enfrentarse de nuevo a Rocky. Sobre todo ahora que recibe cartas de sus decepcionados fans empujándole a ello. Apollo emprende una campaña en los medios para que se celebre un nuevo combate entre ambos, con la intención de atraer a Rocky al ring.

Rocky ve por televisión cómo Apollo le reta, y nota que en su vecindad la gente comienza a perderle el respeto porque creen que es un cobarde. Así, Rocky toma la resolución de regresar al cuadrilátero, pese al riesgo que ello supone para su vista.

Pero como Adrian es contraria a que vuelva a combatir, Rocky no entrena con tanto ímpetu como debería. Mientras está en el gimnasio del viejo Mike, Adrian se desvanece en la tienda de mascotas. Agotada por el trabajo, ha sufrido un parto prematuro y cae en coma…

Rocky (que se siente culpable) permanece a su lado, junto a su cama y rezando en la capilla del hospital hasta que finalmente su mujer despierta. Adrian, que inicialmente era contraria a que volviera al boxeo, le pide ahora que haga algo por ella: Ganar.

Así, con más motivación que nunca, Rocky se prepara para un segundo enfretamiento con Creed, dispuesto al triunfo…

Comentario

Muy buena secuela de “Rocky” (John Avildsen, 1976), ésta vez dirigida por el protagonista, que continúa la historia del boxeador ahí donde se había quedado al final de la primera parte: En el combate donde ambos púgiles quedan empatados.

Cuando los médicos le aconsejan que se retire del boxeo para no poner en peligro su vista, parece que la carrera de Rocky toca a su fin antes de despegar. Pero pronto el fornido italoamericano se dará cuenta de que no vale para otra cosa: No puede aspirar a un trabajo decente y además lo suyo no es la publicidad, sino el boxeo. Está predestinado para pelear en el ring.

La temática central de “Rocky” gira en torno al boxeador amateur de orígenes humildes, que, ansioso de superarse, se enfrenta a un gran campeón. En ésta segunda parte vemos además que Rocky debe seguir su propio camino, dedicarse a lo único que sabe hacer; poniendo en ello toda su fuerza de voluntad.

El entrenador de Apollo le advierte de que Rocky es más peligroso de lo que parece: No porque sea necesariamente más fuerte, ni porque tenga una técnica más cuidada… sino porque nunca se rinde: Y es que Rocky, por más golpes que reciba, siempre se levanta. Tiene una resistencia y una tenacidad a prueba de bombas. Hubo algo más que “suerte” en el hecho de que aguantara tantos asaltos en el primer combate. Y el segundo, en el que los dos contrincantes están dispuestos a darlo todo por la victoria, promete ser una emocionante carnicería…

Sylvester Stallone, actor no demasiado versátil, brilla en el papel de Rocky ya que se está interpretando a sí mismo. Él también escribió el guión y además dirigió la película (que está totalmente hecha a su medida). Adrian vuelve a estar encarnada por Talia Shire, hermana de Francis Ford Coppola que da vida a Connie Corleone en la saga de “El Padrino”.

Ésta segunda parte, al igual que se predecesora, fue producida por Irwin Winkler, quien más adelante produciría “Uno de los nuestros” (Martin Scorsese, 1990).

FHP, mayo de 2016

Ver crítica de Rocky (1976)

5 comentarios en “Rocky II – Sylvester Stallone, 1979

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