Brigrada anticrimen – Ruggero Deodato, 1976

Uomini si nasce, poliziotti si muore (a.k.a. “Live like a cop, die like a man”)

Italia, 1976

Director: Ruggero Deodato

Guión: Fernando Di Leo, Alberto Marras, Vincenzo Salviani

Intérpretes: Marc Porel (Fred), Ray Lovelock (Tony), Adolfo Celi (Capitán), Franco Citti (Rudi), Silvia Dionisio (Norma), Marino Masé (Rick)

Música: Ubaldo Continiello

Género: Polizziesco

Argumento

Época navideña en Roma. Tony y Fred son dos policías de incógnito que patrullan las calles a bordo de una motocicleta. No lejos del lugar donde ellos rondan, unos maleantes en sendas motos perpetran un intento de robo, tratando de atracar a una joven. Pero la chica no suelta su bolso y es arrastrada por uno de los motorizados delincuentes, hasta que su cabeza impacta contra una farola y muere. Los ladrones se dan a la fuga, y son perseguidos tenazmente por los dos policías de paisano (ahora en una moto cada uno).

Tras un vertiginoso seguimiento por toda la ciudad, Fred y Tony hacen que los criminales causantes de la tragedia descarrilen, descalabrándose y muriendo también ellos.

Poco despues, ambos agentes deben reportar lo sucedido a su superior, el Capitán. En la oficina de la comisaría trabaja como secretaria una chica llamada Norma, a la que cortejan tanto Tony como Fred.

El Capitán ha creado una escuadra especial, un cuerpo de élite compuesto por sus mejores oficiales, destinado a combatir el delito en las calles. Sólo los más policias duros y eficientes, los más curtidos, forman parte de ese círculo. Entre ellos destacan Tony, Fred y otro agente llamado Rick. Una de las misiones más ambiciosas del comando es neutralizar al jefe criminal Pasquini, quien maneja en la zona los negocios ilegales del juego y presuntamente también el narcotráfico.

Cuando Rick se dirige a la comisaría, lo vigilan individuos armados que trabajan para Pasquini. Le pinchan las ruedas del coche y le esperan escondidos con sus escopetas. Cuando Rick sale, le cosen a balazos sin que sus compañeros Tony y Fred puedan evitarlo.

De algún modo, Pasquini se ha enterado de la existencia de un comando especial compuesto por policías de élite que pretenden capturarlo. El líder de la banda delictiva está dispuesto a destruir ese pequeño núcleo parapolicial, asesinando uno a uno a sus componentes.

Tony y Fred, que además de trabajar juntos comparten piso, tienen en el mundo del hampa diversos “topos” que les revelan los próximos golpes que están por cometerse en la ciudad: Atracos a bancos, secuestros, etc. Así, los dos siempre tienen tiempo de posicionarse en el lugar del delito antes incluso de que éste se cometa, atrapando a los delincuentes „con las manos en la masa“.

Pero ellos no son los únicos en contar con “información privilegiada” acerca de los movimientos del otro bando. También Pasquini tiene a un policía corrupto a su servicio, que a cambio de dinero le surte de toda clase de información sobre los casos que se investigan en la comisaría, y en especial sobre las órdenes del Capitán y las actividades de los integrantes de su equipo.

Una de las espectaculares operaciones del dúo policial de élite consiste en dejar fuera de combate a los vigilantes de un casino ilegal de juego propiedad de Pasquini y quemar los coches de los ludópatas asistentes a la timba tras rociarlos con gasolina.

En otra ocasión, Fred y Tony intervienen para liberar a una señora que ha sido tomada como rehén en su villa por tres asaltantes. Usando el “elemento sorpresa”, los dos agentes irrumpen a bordo de sus motos en el interior de la casa y liquidan a los tres delincuentes.

Tony y Fred se dedican a combatir a Pasquini y a otros criminales con sus propios métodos. Pero ésto preocupa al jefe de ambos, el Capitán – quien está satisfecho con los resultados de sus misiones, pero no con la forma de proceder demasiado “enérgica” de sus hombres…

Comentario

Característico polizziesco setentero repleto de escenas de acción, persecuciones y tiroteos, que cautiva con su brutal arranque desde las escenas iniciales. Y no es para menos, pues el guión fue elaborado por uno de los grandes del subgénero: El inigualable Fernando Di Leo (director en 1972 de “Milano Calibro 9” entre otros selectos polizzieschi).

La temática, consiste en el conflicto entre las normas oficiales del cuerpo de policía y la  metodología expeditiva y eficiente de los agentes en lucha directa contra el crimen ha sido tocada con anterioridad en otras películas italianas de la misma época. Al tener las manos atadas por unas leyes demasiado laxas que son impotentes para cortar la delincuencia violenta de raíz, surgen en el interior de las comisarías pequeños núcleos de carácter semi-clandestino que se dedican a combatir a los criminales con sus propias armas; sin remilgos ni medias tintas.

Éstos dos, Fred y Tony, son particularmente carentes de escrúpulos, comportándose igual que los gangsters a los que combaten – ejecutando a aquellos que se rindiéndose deponen las armas y disparando a los bandidos antes de que éstos cometan sus delitos.

“Hombres se nace, policías se muere” (el título en español sería «Brigada anticrimen») fue dirigida por Ruggero Deodato, cuya película más conocida es la polémica “Cannibal Holocaust” (1980), cuyo éxito daría lugar a toda una serie de secuelas y sucedáneos, al nacimiento del subgénero de la “cannibal exploitation”.

El “duo dinámico” protagonista está interpretado por Marc Porel (Fred) y Ray Lovelock (Tony). Éste último también encabeza el cartel en el memorable polizziesco “Pronto ad uccidere” a.k.a. “Meet him and die” (Franco Prosperi, 1976) haciendo allí las veces de agente infiltrado en una prisión.

Marino Masé (que en 1973 aparece en “Il Boss” y en 1975 “Kidnap Syndicate”, ambas de  Fernando Di Leo) tiene un pequeño papel como Rick, el miembro del cuerpo de élite que es tiroteado por los hombres de Pasquini. También Franco Citti, actor-fetiche de Pasolini, desempeña un rol; como jefe del trío de asaltantes que mantienen a la rehén en la villa.

FHP, diciembre de 2015

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