Zombi 2 – Lucio Fulci, 1979

Zombi 2

Italia, 1979

Director: Lucio Fulci

Género: Terror

Guión: Dardano Sacchetti, Elisa Briganti

Intérpretes: Tisa Farrow (Anne), Ian McCulloch (Peter), Al Cliver (Brian), Auretta Gay (Susan)

Música: Fabio Frizzi

Argumento

Al puerto de Nueva York llega un barco a la deriva. Unos policías inspeccionan la embarcación, que se encuentra en pésimas condiciones higiénicas, llena de desperdicios, gusanos y un olor nauseabundo. A bordo se encontraba parapetado un individuo que ataca a uno de los agentes. El otro dispara al agresor, quien se zambulle en las aguas y desaparece.

El periodista Peter West se encarga de cubrir un reportaje sobre el barco misterioso. Peter entra en contacto con Anne Bowles, hija del propietario de la embarcación. Ella ha declarado a la policía no tener noticias de su padre desde hace meses.

Entretanto, en el tanatorio, el forense comprueba que el policía atacado ha muerto desangrado, a causa de un mordisco en la yugular. Sin embargo, a espaldas de los especialistas, el cadáver muestra señales de vida moviendo inquietantemente una de sus manos bajo la sábana que lo recubre.

Anne y Peter acuden a investigar cada uno por su cuenta, coincidiendo una noche a bordo del barco. El reportero encuentra una carta del padre de Anne dirigida a ella. El señor Bowles escribe sobre unos extraños fenómenos que están teniendo lugar en la caribeña isla de Matul y menciona haber descubierto un peligros virus. Peter y Anne estaban a bordo sin permiso de las autoridades, por lo que al ser descubiertos por un guardia se alejan simulando ser una pareja que buscaba allí intimidad.

Al día siguiente parten en un vuelo rumbo a las Antillas. Una vez en el archipiélago buscan una forma de llegar hasta Matul. Así conocen a Susan y Brian, propietarios de una barca, quienes acceden a llevarles allí. Anne qiere encontrar a su padre o saber qué ha sido de él, y Peter desea escribir un reportaje.

Mientras tanto, en Matul, el doctor Menard y su esposa discuten. Ella quiere marcharse de la isla de inmediato, pero él desea continuar allí un poco más, para poder avanzar con su investigación. La mujer, al borde de la histeria, siente pánico a causa de unos ataques que se están produciendo en el otro extremo de la isla por parte de unos seres que los nativos consideran “muertos vivientes”. Menard dirige un hospital donde se ocupa de las agonizantes víctimas de una epidemia y considera que las historias de retornados de la muerte no son más que habladurías. Piensa más bien que esos ataques están relacionados con un virus; el responsable de la plaga de la que están aquejados sus pacientes. El doctor trata a toda costa de hallar una cura.

Cuando Peter y Anne llegan a Matul, se encuentran con el doctor Menard. Éste les explica que se está extendiendo una epidemia que provoca que los muertos emerjan de sus sepulturas para atacar a los vivos (quienes tras un fatal mordisco también se transforman en muertos vivientes). Inicialmente, Peter y Anne se resisten a creer tan sensacional teoría, pero pronto serán testigos de primera mano de los espeluznantes eventos…

Comentario

Tras el éxito internacional de «El Amanecer de los Muertos» (George Romero), gran película de terror independiente rodada con pocos medios pero sumamente efectiva y de claustrofóbica atmósfera, los italianos (maestros de la «exploitation») tuvieron la idea de aprovechar el éxito comercial del film creando todo un subgénero a base de la temática de cadáveres andantes que resurgen de sus tumbas.

Algo similar harían también unos años después a raíz del estreno de la muy taquillera «Conan el Bárbaro» (John Milius, 1982). Ator, Krotar, Gunan y otros sucedáneos de Conan surgieron en el marco del ochentero boom de la espada y brujería.

El largometraje romeriano había sido difundido en Italia bajo el escueto título de «Zombi», así que pronto nació un proyecto con pretensiones de ser una secuela apócrifa de «La Noche de los Muertos Vivientes»: «Zombi 2». Originalmente iba a ser dirigida por Joe D´Amato, pero el productor decidió encargar el rodaje a otro cineasta, ya que D´Amato estaba ya en aquel momento demasiado asociado al género erótico. Enzo G. Castellari fue uno de los candidatos, pero la elección final recayó en Lucio Fulci, pues fue el que aceptó trabajar con el presupuesto más reducido.

Hasta el momento, Fulci nunca había dirigido una película de terror, y «Zombi 2» supuso el «bautismo de fuego» que le introdujo en la clase de cine que le haría famoso, convirtiéndolo en el «padrino del gore». Previamente Fulci había realizado varios gialli (como «Non si sevizia un paperino»), algunos westerns y comedias.

Tras la salida al mercado de «Zombi 2» surgió una agria polémica entre Fulci y Dario Argento (quien ha sido considerado uno de sus mayores rivales). Argento le recriminaba  a Fulci haber «copiado» a Romero. Fulci respondió que mucho antes de Romero se habían ya rodado decenas y decenas de películas sobre zombis (entre ellas «White Zombie» con Bela Lugosi) adjuntando una lista que se remontaba a los albores del cine.

Aunque «Zombi 2» aprovechaba de forma obvia el éxito de la obra de Romero, no es correcto insinuar que se tratara de un plagio en modo alguno. Pues las respectivas historias, las tramas, son completamente diferentes. También el tono y el transfondo ideológico, pues mientras «El Amanecer de los Muertos» pretende ser una crítica social (usando a los zombis como analogía simbólica;  víctimas y la vez victimarios del sistema capitalista depredador) la película de Fulci está exenta de todo contenido politizante,y es mero cine de evasión y entretenimiento. Además, «Zombi 2» retorna a los orígenes de las leyendas de zombis (el vudú haitiano) – para ello la acción que comienza en Nueva York no tarda en trasladarse al Caribe, a la ficticia isla de Matul (las escenas ambientadas en “Matul” se grabaron en la República Dominicana).

Los muertos vivientes de Romero son seres que casi tienen el aspecto de personas normales, mientras que los de Fulci son cuerpos que se van descomponiendo, rostros deformes llenos de gusanos, cadáveres andantes de carnes pútridas que avanzan lentamente y en masa atraídos por los aterrados humanos – a los que parcialmente devoran extendiendo así la maligna epidemia. La estética de los zombis de Fulci (quien era experto en asuntos anatómicos) marcaría un antes y un después en la concepción que de éstos monstruos tiene el espectador medio. A partir de ese momento, las películas de zombis se orientarían por el modelo fulciano, aunque sin llegar a lograr nunca tan terrorífico realismo. Ni antes ni después volverían a verse muertos vivientes tan magistralmente espantosos. Y todo ello con efectos especiales artesanales (a cargo de Gianetto De Rosi) y un escueto presupuesto.

Tisa Farrow (hermana de la más conocida Mia Farrow) interpreta a la protagonista Anne. Al año siguiente se pondría tras las cámaras para Joe D´Amato en “Antropophagus”.

La atmósfera en las selvas tropicales está muy bien conseguida, a ello contribuye la memorable banda sonora de Fabio Frizzi (que también trabajaría para Fulci en varias de sus siguientes películas). La música de la película contiene abundantes percusiones de tambores tribales, un alegre ritmo caribeño, y también inquietantes sonidos creados con sintetizador.

El guionista Dardano Sacchetti, colaborador habitual de Fulci, prefirió que su nombre no apareciera en los títulos de crédito; ya que recientemente había fallecido su padre, y la temática de muertos que surgen de sus tumbas le parecía un tanto escabrosa en ese contexto. Por eso consta oficialmente como guionista su esposa Elisa Briganti.

La escena de la astilla en el ojo (que se clava en el globo ocular de Olga Karlatos) es una de las más impactantes (Probablemente se trata de un homenaje fulciano a la famosa navaja en el ojo de Buñuel). También esa en la que Auretta Gay se zambulle en el agua para bucear, y es atacada por un tiburón y un zombi submarino, que terminan luchando entre ellos. Igualmente resulta digno de mención el momento en el que los “conquistadores españoles” salen de la tierra en el viejo cementerio.

La violencia explícita abunda, pues los muertos animados necesitan nutrirse de carne humana para poder seguir deambulando en el mundo de los vivos. Origen de todo parece ser un virus (descubierto por el padre de Anne), pero siempre queda un resquicio de duda acerca de la causa primordial. ¿Podría ser que después de todo los supersticiosos nativos tuvieran algo de razón, y que la magia negra del vudú tuviera algo que ver con la infernal pandemia?

La intriga se construye poco a poco durante el metraje, y los zombis no aparecen de manera masiva hasta la segunda mitad. Antes aún se mantiene la incógnita acerca de los extraños sucesos que están teniendo lugar en Matul. Las últimas escenas quedan como final abierto, pero invitan a presagiar un apocalipsis dantesco…

FHP, febrero de 2016

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