Las mil y una noches – Pier Paolo Pasolini, 1974

Las mil y una noches (V.O. Il fiore delle mille e une notte)

Italia, 1974

Director: Pier Paolo Pasolini

Guión: Pier Paolo Pasolini (basado en la recopilación de cuentos «Las mil y una noches»)

Intérpretes: Ninetto Davoli (Aziz), Franco Citti (El Demonio), Tessa Bouché (Aziza), Ines Pellegrini (Zumurrud)

Música: Ennio Morricone

Género: Histórica, comedia, fantasía

Argumento

La esclava etíope Zumurrud está por ser vendida en un bazar. Varios jeques viejos y ricos van pujando por ella. Pero la chica, que tiene el privilegio de escoger quién debe ser su dueño, los va rechazando uno tras otro, y se burla además de ellos. Un joven llamado Nureddin se encuentra entre los espectadores que presencian la subasta y queda súbitamente prendado de la esclava. Ella lo ve y declara que no quiere como dueño a otro más que a él. Sin embargo Nureddin es pobre y no puede comprarla. La propia Zumurrud le da algunos cientos de dinares de su propio bolsillo para que pague por ella. Así, los dos se instalan juntos en una casa, donde hacen el amor apasionadamente.

Zumurrud se dedica a tejer unas telas que Nureddin a continuación debe vender al bazar. Pero ella la advierte que no la venda a un “hombre de ojos azules”, pues ello les traerá sin remedio la desgracia. Nureddin pide 200 dinares a cambio de la tela bordada, y está a punto de venderla. Pero otro interesado le ofrece 1000 dinares por ella… Es un hombre de ojos azules. Haciendo caso omiso a la advertencia de su enamorada, Nureddin concreta el negocio con ese desconocido. El hombre de los ojos azules, un cristiano, lo sigue hasta la casa donde se aloja y pide que le conceda su hospitalidad. Aunque un tanto receloso, Nureddin accede. Cuando se disponen a comer en el patio, el ingenuo joven cae inconsciente a causa de un potente somnífero que el extraño ha vertido en su bebida. El de los ojos azules rapta a Zumurrud, y cuando Nureddin vuelve en sí, se desespera al comprobar la desaparición de su amada esclava.

La chica es llevada por el extranjero a la presencia de uno de los jeques que infructuosamente pujaron por ella en el bazar. “Así que tú eras la que decía que mi miembro no se alzaba” dice socarrón el viejo, en referencia a las burlas que la esclava le dedicó durante la subasta. La joven es mantenida como prisionera en su fortaleza.

Mientras tanto, Nureddin está dispuesto a todo para recuperar a Zumurrud. En el pueblo va preguntando por ella y una especie de maga le promete localizarla. Al anochecer, la hechicera va al encuentro de Nureddin y le anuncia que su búsqueda ha tenido éxito. Tras explicarle dónde se encuentra la esclava, le dice que vaya allí esa misma noche a esperarla, pues la chica se descolgará por el muro con una cuerda. A cambio de su ayuda, la maga solicita ser poseída por el joven Nureddin, y éste no tiene ningún inconveniente en retribuirla de ese modo…

Después Nureddin va a esperar a Zumurrud bajo las murallas del palacio de aquel jeque, pero agotado tras la sesión de sexo se queda profundamente dormido. Un ladrón que pasa por allí le roba sus escasas pertenencias apoderándose también de su sombrero. En ésto que Zumurrud se va descolgando por el muro, y al ver en la oscuridad una figura humana con el sombrero de su dueño piensa lógicamente que se trata de Nureddin. Cuando la joven se percata del error es demasiado tarde, y ya ha sido raptada una vez más; ésta vez por uno de los famosos “40 ladrones”.

El nuevo secuestrador la encadena a un poste en el desierto y le dice que está destinada a ser poseída por él y los otros 39 de su banda. El ladrón pone a su anciano padre como vigilante de la esclava mientras él va a avisar a sus compinches. Pero Zumurrud consigue seducir al viejo, dormirlo y sustraerle la llave para liberarse de las cadenas. Así escapa una vez más, y disfrazada de beduino comienza a viajar a través del desierto.

Zumurrud llega de esa guisa a las puertas de una ciudad situada en un oasis. Todos los moradores la reciben con júbilo, y confundiéndola con un hombre a causa de sus ropajes le dicen que la providencia ha querido que ella sea “el nuevo rey”. Pues en ese mini-estado es tradición que si un monarca muere sin descencia le suceda el primer viajero que pase junto a los muros de la ciudad. Zumurrud es coronada como “rey” bajo el nombre de “Bardán”, y además deberá casarse – de lo contrario le espera una condena a muerte.

La noche de bodas, el matrimonio ha de ser consumado. Si no, el „nuevo rey“ será arrojado desde lo alto de la torre más elevada… En la cámara nupcial Zumurrud no tiene más remedio que confesarle la verdad a su “esposa”, y por suerte para ella la chica no la denuncia, y siguen fingiendo ser marido y mujer.

Cierto día el secuestrador de los ojos azules llega a la ciudad oasis. Zumurrud al verlo ordena que lo prendan y que lo crucifiquen. La misma suerte corre el ladrón y segundo raptor poco tiempo después.

Mientras ella reina, Nureddin continúa buscando a su esclava, y recorre las calles como mísero mendigo. Unas atractivas hermanas se apiadan de él y lo hospedan en su casa. Una de las jóvenes comienza a contar historias…

Aziz es un muchacho que iba a ser desposado con su prima Aziza. Pero el mismo día de la boda, Aziz se enamora perdidamente de una hermosa doncella que ve asomada a una ventana. Esa misteriosa joven le hace unas crípticas señales que Aziz no entiende pero memoriza. Luego ella desaparece, y esperando que vuelva a asomarse se hace de noche. Cuando Aziz regresa a su casa, se encuentra con que la boda con su prima ha sido cancelada hasta el año siguiente. Pero el joven le cuenta a Aziza la verdad sobre su tardanza, confesando estar enamorado de otra. Ella, pese a su tristeza, se dedica incluso a ayudarle, pues interpreta para él los enigmáticos signos que hiciera la bella de la ventana…

Otro de los cuentos narra la historia de Shazamán, quien viajando a través del árido desierto descubre una tumba a la que entra para refugiarse de las tórridas arenas. Una vez allí encuentra una bella adolescente, que le explica que está retenida allí por un demonio, quien la mantiene cautiva y aparece una vez cada diez días para tener sexo con ella. Shazamán y la chica se enamoran y pasan la noche juntos, luego él se marcha pero olvida allí sus babuchas. Cuando llega el demonio, encuentra las babuchas y se dirige al poblado más cercano preguntando por el dueño de las mismas…

El príncipe Yunan desea viajar y conocer el mundo. Convence a su padre de que le permita hacerse a la mar con algunos sirvientes. Sin embargo, el barco naufraga al chocar contra la Isla de la Montaña Negra. Yunan es el único superviviente, y escucha voces en su cabeza que le dicen que mate al caballero que encontrará en la cima de la montaña…

Nureddin se divierte con las hermanas que lo han acogido (y no sólo con sus relatos), pero no puede olvidar a su amada esclava Zumurrud y prosigue la búsqueda…

Comentario

Con ésta película concluye la “Trilogía de la Vida” de Pasolini, compuesta por adaptaciones de historias extraídas de tres clásicos literarios medievales: “El Decamerón” italiano, “Los Cuentos de Canterbury” ingleses y “Las 1001 Noches” árabes y persas.

Ésta vez el director boloñés lleva a la gran pantalla una selección de relatos procedente de “Las 1001 Noches”; salpicados (como los dos largometrajes precedentes) de erotismo, drama, aventuras y humor.

Para el doblaje de los actores, Pasolini tuvo en cuenta emplear personas oriundas de la sureña región italiana de Apulia (el “tacón de la bota”) pues según parece, el dialecto de esa zona tiene un acento que se asemeja al de la lengua árabe.

La película, con unos costes de producción más elevados que las anteriores entregas, fue rodada en Yemen, Etiopía, Irán, India y Nepal.

La estructura del film es ligeramente más compleja que en “El Decamerón” y “Los cuentos de Canterbury”, porque se suceden relatos encajonados (cuentos dentro de los mismos cuentos) – al igual que en “Las mil y una noches” literarias. Ello le da a la atmósfera del largometraje un toque más onírico, con algunas escenas que rozan el surrealismo – por ejemplo, cuando Aziz dispara entre las piernas de su amada una flecha con una punta fálica (esa imagen ha servido para ilustrar la carátula de algunas de las ediciones del film). A incrementar esa sensación de irrealidad, sueño y fantasía también contribuye la exótica ambientación; que va desde la africana Etiopía al lejano y asiático Nepal, pasando por las casas de piedra del desierto yemení.

El carácter onírico de la película está bien descrito en una profunda frase extraída de uno de los cuentos originales: “La verdad entera no está nunca en un solo sueño, sino en muchos sueños”.

En los cuentos originales, el hilo conductor de todos los relatos lo maneja la concubina Sherezade, quien se dedica a narrar cada noche una historia distinta a un despótico y lujurioso sultán para retrasar así su propia ejecución. Sin embargo Pasolini prefirió tomar uno de los cuentos (el de Nureddin y Zumurrud) como tema central, como “esqueleto” de la película. Sherezade, que era la máxima protagonista de los relatos originales, ni siquiera es nombrada – ni tampoco otros legendarios y famosos personajes como Sinbad el Marino o Alí Babá (aunque los Cuarenta Ladrones sí).

Tras concluir “La Trilogia della Vita”, Pasolini se embarcaría en un nuevo proyecto que debía llamarse “La Trilogia della Morte”. Sin embargo éste nunca se concluiría a causa de la propia muerte del director (asesinado en circunstancias extrañas en 1975, para más “inri” el 2 de noviembre, día de los difuntos). Sólo uno de esos nuevos films vería la luz: “Salò o las 120 Jornadas de Sodoma” (1975), basada en una novela del Marqués de Sade. Del mismo modo que la “Trilogía de la Vida” debía explorar el mundo del erotismo desde una perspectiva cómica y jovial, la de “la Muerte” estaba enfocada a tratarlo bajo el prisma del libertinaje, la perversión y la crápula (¿y qué mejor forma para ello que adaptar al cine la pornografía filosófica del “Divino Marqués”?).

Al igual que en “El Decamerón” y “Los cuentos de Canterbury” en “La flor de las Mil y Una Noches” aparecen los dos actores-fetiche de Pasolini; Franco Citti y Ninetto Davoli. Citti interpreta al pelirrojo djinn (el genio malvado o demonio) que mantiene retenida a la bella muchacha que Shazamán intenta liberar. Davoli es el desventurado Aziz, que no descubre el amor que su prima sentía por él hasta que es demasiado tarde.

Budur, la misteriosa amante de Aziz (a la que éste ve por vez primera asomada a una ventana), está interpretada por una tal Luigina Rocchi, quien participaría también en roles secundarios en “Holocausto Caníbal” (Ruggero Deodato, 1980), en “La montagna del dio cannibale” (Sergio Martino, 1978) y en el polizziesco “Gardenia, il giustiziere della mala” (Domenico Paolella, 1979).

Ines Pellegrini, la actriz de origen eritreo que da vida a Zumurrud ha trabajado con Umberto Lenzi en el giallo “Gatti rossi in un laberinto di vetro” (1975).

El recientemente fallecido Franco Citti (1935-2016), será recordado, además de por sus colaboraciones con Pasolini, por haber participado en “El Padrino” (F.F. Coppola, 1972) y “El Padrino III” (F.F. Coppola, 1990) dando vida a un guardaespaldas siciliano de Michael Corleone (Al Pacino). En aquel rol pronunciaría su mítica frase “En Sicilia, las mujeres son más peligrosas que las ametralladoras”.

FHP, marzo de 2016

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