El E.T.E. y el Oto – Manuel Esteba, 1983

El E.T.E. y el Oto

España, 1983

Director: Manuel Esteba

Género: comedia, ciencia ficción

Guión: Manuel Esteba, Francisco Calatrava, Manuel Calatrava

Intérpretes: Francisco Calatrava, Manuel Calatrava, Diana Conca, Curro García, Manolo Royo

Música: Josep Maria Bardagí

Argumento

Una nave espacial aterriza una noche en unos parajes boscosos. Del interior del platillo emerge la silueta de una criatura, que parece estar siendo expulsada a nuestro planeta como castigo.

Cerca de allí vive en una villa un hombre divorciado, con sus hijos: La mayor una adolescente, los otros dos de unos 10-12 años. Uno de los chicos, llamado Curro, es un auténtico gamberro que siempre está martirizando a su sufrido padre con toda clase de bromas pesadas. Una noche, cuando Curro sale al jardín, ve una extraña figura que se aproxima y le lanza una pedrada: “Me he cargado a un espía, seguro que era de la CIA” le dice triunfalmente a su familia. Pero el agredido resulta ser el E.T., el extraterrestre “desterrado” de su planeta.

Curro y el bicho de las galaxias comienzan a hacerse amigos. Una de las primeras cosas que le enseña al alienígena es a decir palabrotas. Pronto el niño le presenta el ser a sus hermanos, que también van tomándole cariño – especialmente la hermana mayor. Del padre, el extraterrestre se esconde camuflándose entre los juguetes (¡Qué muñeco más feo! – exclama el padre al verlo, mientras el susodicho hace un gran esfuerzo por mantenerse inmóvil con una mosca posada en su repelente rostro).

El padre ha construído durante ocho años, con mucho esfuerzo, la maqueta de una ciudad. También ha pintado un gran mural del que está muy orgulloso. Desde la escuela, mediante un fenómeno telepático de simbiosis mental, Curro transfiere su afición a las barrabasadas al extraterrestre, quien se convierte en vehículo de sus afanes destructivos incendiando la maqueta paterna y pintando naves encima del mural.

Mientras tanto, el reciente avistamiento de un OVNI no ha pasado desapercibido para las autoridades. Los agentes del “Servicio muy secreto de Escucha” (provistos de enormes orejas de goma) y los del “Zervizio de Inteligenzia y Aztuzia” (sic) se dedican a seguirle el rastro al extraviado extraterrestre, al que suponen por la zona…

Comentario

Versión española en clave de parodia de la célebre película de Spielberg “E.T.” (1982), estrenada el año anterior. Cuentan que cuando el director norteamericano tuvo noticia de la realización de éste film quiso interponer una demanda por plagio, pero desistió al percatarse de que éste remake no podía ser tomado en serio. Ciertamente, la película que nos ocupa no hay por donde cogerla, y da la impresión de que incluso los que participan en ella (ya fuera delante o detrás de las cámaras) se la tomaban a cachondeo.

Muy ilustrativos a éste respecto son ya los títulos de crédito: “Película con tres Oscar: Oscar Fernández (ayudante de electricista), Oscar Barcial (secretario del ayudante del electricista), Oscar Pedrín (el recomendado del productor)”…”Figuración: ¡Figúrenselo!”… “FIN…del reparto. ¡No se vayan, ahora empieza la película!”

Los títulos de crédito ya son lo más divertido de la propuesta, con eso lo digo todo. El resto consiste en las gamberradas de Curro, las muecas y balbuceos del E.T. (que parece más un retrasado mental que un extraterrestre), varias situaciones absurdas y delirantes, y mucho slapstick (sin que falten clásicos gags como el del borracho).

Hay algunos momentos grotescos y próximos a la vergüenza ajena, como la escena en la que el E.T. “aprende” a bailar ballet, o la del “tierno idilio” entre la adolescente de la casa y la criatura del espacio exterior.

Lo de los títulos de crédito “graciosos” es algo que ya vimos en “Kárate contra Mafia” (Ramón Saldías, 1980), intento español de explotar el éxito comercial de las películas de kung-fu made in Hong-Kong. En ese film, los nombres de los participantes aparecían como “To-ni-tan”, “Jua-nii”, “Pi-Nuo-Shia”, “Pa-Ku-Luo”, “Ma-Ti-Bel”, “Ho-Se-Mi”; para dar la impresión de que era una película genuinamente “china”…

En ésta “El E.T.E. y el Oto” los principales intérpretes son los hermanos Calatrava, televisivo dúo humorístico de la época. Eran conocidos como “el feo y el guapo” (o como “el feo y el menos feo”), y, como no podía ser de otra manera, el primero de ellos (cuyo parecido con Mick Jagger es más que notable) da vida al extraterrestre. El otro, al estoico padre; constante víctima de las trastadas de Curro – mucho más extremas, por cierto, que las de los hermanos “Zipi y Zape”, a quienes también se les dedicó un largometraje por aquellos años; que en muchos aspectos es comparable (en su estilo y calidad artística) al producto que hoy reseñamos.

No fue ésta la única contribución al séptimo arte de los ínclitos Calatrava. Habían ya protagonizado “Horror Story” (1972) y “Los Kalatrava contra el imperio del karate” (1974), ambas también de Manuel Esteba. Éste realizador se especializó durante los años de la transición en sexycomedias (subgénero conocido en España como “del destape”). Entre sus obras se encuentran algunas con títulos tan procaces como “Porno: Situación límite” (1982), “Sexo sangriento” (1981) o “Viciosas al desnudo” (1980) – en algunas de esas películas interviene Diana Conca, la actriz que encarna a la hermana adolescente. Antes Esteba había dirigido una especie de melodrama infantiloide con toques religiosos, llamado “Hola… Señor Dios” (1970) – en el que participa como actor nada menos que el célebre cantante cubano Antonio Machín.

El E.T.E. y el Oto” no fue la primera película de ciencia ficción a la española. Antes ya se habían rodado en nuestro país productos de presupuestos parecidos aunque más originales, como las interesantes “S.O.S. Invasión” (Silvio Balbuena, 1969) o “El hombre perseguido por un O.V.N.I.” (Juan Carlos Olaria, 1976). No obstante, éste film de los Calatrava si que fue uno de los pioneros en lo que respecta a incursiones en la gran pantalla de dúos cómicos televisivos. Como una década después llegarían las películas de Martes y Trece “Aquí huele a muerto – pues yo no he sido” (1990) y “El robobo de la jojoya” (1991), ambas de Álvaro Sáenz de Heredia (quien más adelante dirigiría también las películas de Chiquito de la Calzada). Igualmente Cruz y Raya se aventuraron en el mundo del celuloide (con las mediocres “Ja me maaten” o “El equipo Ja”…)

En la banda sonora de “El E.T.E. y el Oto” domina un tono melancólico (a base de acordes con piano) que contrasta poderosamente con el desenfado, el cachondeo y el slapstick del producto general.

FHP, septiembre de 2017

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