La reina de las vampiras – Jean Rollin, 1968

La reina de las vampiras (V.O. Le viol du vampire)

Francia, 1968

Director: Jean Rollin

Género: Terror surrealista

Guión: Jean Rollin

Intérpretes: Solange Pradel (Brigitte), Bernard Letrou (Thomas)

Música: Yvon Géraud

Argumento

El film está estructurado en dos partes relacionadas entre sí. El primer segmento es el más corto y dura sólo media hora, mientras que la segunda historia abarca los sesenta minutos restantes.

Cuatro hermanas residen solitarias y apartadas del resto del mundo en un lóbrego castillo en medio del bosque. Pese a su juvenil aspecto aseguran tener cientos de años, pues están convencidas de que son vampiras. Un viejo aristócrata las custodia y las manipula, hablándolas (en francés con acento inglés) a través de un extraño ídolo. Él les insiste obsesivamente con la idea de que son vampiras, de que pertenecen a una raza especial, y las advierte de no confiar en los extraños que están a punto de llegar… Pues al castillo se aproximan unos médicos que desean examinar a las muchachas para curarlas. Éstos doctores, entre los que se encuentra un psicoanalista, no creen que las hermanas sean vampiras, sino más bien que padecen trastornos mentales debido al largo aislamiento.

Los médicos procedentes de la ciudad, tratarán de persuadir a las chicas de que en realidad no son vampiras, de que el vampirismo no existe y de que lo mejor es que se sometan a un tratamiento. Uno de ellos es partidario de encerrarlas en un manicomio, mientras que otro propone una metodología más suave. Éste comenzará a enamorarse de una de las enigmáticas hermanas. El anciano inglés que las controla seguirá atentamente y no sin preocupación el desarrollo de los acontecimientos.

Al mismo tiempo, un habitante del pueblo cercano al castillo cree firmemente que las vampiras han asesinado a su esposa, y se dispone a emprender una venganza, agitando a los aldeanos contra las hermanas. Los rústicos lugareños, exaltados por su líder, son presentados de una manera casi cómica, como una torpe chusma primitiva. El hatajo gruñidor se dispone con sus palas y rastrillos a hacer picadillo a las vampiras.

Las chicas, acusadas (justamente o no) de los funestos crímenes de sangre que azotan la comarca, son asesinadas, así como algunos de sus protectores. Sucede ésto en una playa, y allí mismo da inicio el siguiente episodio… Ahora llega la Reina de los Vampiros, una mulata de cabello rizado muy corto y pechos al aire, que resucita a las muertas y castiga al viejo controlador inglés por su negligencia.

La Reina de los Vampiros y sus acólitos tratarán de afianzar su poder, mientras sus antagonistas, unos científicos que buscan el antídoto contra el vampirismo, se enfrentarán a ellos.

Comentario

Una vez más, Rollin vuelve a su temática predilecta: el vampirismo femenino. Como todas sus películas, ésta también está aderezada con grandes dosis de surrealismo, y tampoco podía faltar el característico eroticismo tétrico. Rodada en blanco y negro, “La reina de los vampiros” es una de las primeras incursiones de Rollin en el subgénero.

El título original de la cinta en francés es “Le viol du vampire”, es decir, “La violación de la vampira”; pero en ningún momento se ve tal violación durante el metraje (sí se habla de ella, sin embargo, pues al parecer una de las vampiras fue sometida a abusos “hace siglos”). Por una vez, el título español es más apropiado que el original. Una película algo posterior de Rollin también cuenta con nombre un tanto engañoso, pues se titula “La Vampire Nue” (en la versión española “Desnuda entre tumbas”), y allí la vampírica protagonista tampoco aparece desvestida… Se ve más carne en ésta que reseñamos que en “Desnuda entre tumbas”…

La trama es confusa, pero como en todas las películas de Rollin eso es lo de menos.

Las oníricas secuencias desfilan ante nuestras retinas mientras nuestros párpados luchan por mantenerse abiertos; la atención y la concentración resultan cada vez más complicadas. Lo que vemos en la pantalla se trata de un sinsentido, pero de un sinsentido hermoso, con estilo, un sinsentido poético. (Lo que no puede decirse de otras películas mediocres de similar presupuesto e intenciones como “Las flores del vicio”…)

Al igual que en “Desnuda entre tumbas”, la banda sonora está compuesta a base de ritmos y sonidos disonantes de saxofones, violines, guitarras y piano, que tratan de evocar una sensación de ansiedad y angustia.

Como en casi todas las películas de Rollin, aparece la misma playa; donde se ven los maderos en fila clavados en la arena, y adentrándose en el mar.

“La viol du vampire” no está ni mucho menos entre las mejores de Jean Rollin, pero es digna de ser visionada por aquellos que aprecien el estilo visual del gótico-surreal cineasta galo.

FHP, 2015

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