Sueños que el dinero puede comprar – Hans Richter, 1947

Dreams money can buy

EEUU, 1947

Director: Hans Richter

Guión: Hans Richter, David Vern, Hans Rehfisch, Joseph Freeman, Man Ray

Intérpretes: Joe Bittner (Joe/Narcissus), Libby Holman, Josh White

Música: Louis Applebaum, Paul Bowles, John Cage, David Diamond, Darius Milhaud

Género: Experimental, surrealismo

Argumento

Joe es un aspirante a poeta que carece de recursos económicos. Una vez llegado a su nuevo piso, un pequeño y humilde apartamento cuyo alquiler a duras penas penas puede pagar, comienza a devanarse los sesos para dar con la mejor manera de encontrar una forma de subsistencia.

Decide conjugar su vena artística con ciertas facultades pseudo-chamánicas y convertirse en “vendedor de sueños”. Abre su consulta y comienza a recibir a sus “pacientes”, personas inestables, frágiles y acomplejadas a las que por medio de sugestiones logra enfrentar a sus respectivos mundos interiores. Joe induce a sus clientes profundos trances oníricos para sanarlos, logrando en ellos estados de ánimo que los apaciguan y transforman anímicamente. Por cada sesión cobra unos 50 $, y da inicio así un próspero negocio.

Van pasando por su consulta el estirado dependiente de un banco, su dominante esposa, una joven modelo, un gangster o un anciano ciego con su nieta, entre otros personajes.

La modelo, “chica del corazón prefabricado” se sumerge en un sueño en el que se produce un dramático enfrentamiento de sexos entre robóticos maniquíes. El gangster, “un hombre sin consciente ni subconsciente”, cae en una abstracción de espirales y envolventes formas geométricas; y está a punto de irse sin pagar. Por su parte, el viejo ciego no quiere comprar sueños, sino venderle los suyos a Joe. El abuelo fabrica en su fantasía todo un circo integrado por acróbatas formados a base de alambres.

Pero el más complicado de los clientes a sanar por esos poco ortodoxos métodos catárticos e introspectivos será él mismo, el propio Joe. Pues en cierta ocasión, mientras juega al poker con sus amigos, su tez va cambiando de color hasta volverse completamente azul. Sus amigos le abandonan y él no tiene más remedio que encontrarse a sí mismo…

Comentario

El artista de origen alemán Hans Richter (1888-1976), influenciado por el cubismo, el dadaísmo, y las demás vanguardias abstractas, realiza con ésta película su aventurada incursión en el mundo del cine.

La terapéutica temática del film, la del vende-sueños (¿o más bien vendehumos?), recuerda a la jodorowskiana psicomagia, igualmente de origen surrealista. El humo, por cierto, es una constante a lo largo de las diferentes secuencias.

Se trata ésta “Dreams money can buy” de un film de argumento claramente experimental, pero de factura bastante profesional, si bien el presupuesto oficialmente no ascendió a más de 25.000 $. Max Ernst colaboró en la filmación de la obra, y Man Ray es aludido durante el metraje.

Precedentes cinemátograficos comparables son las famosas películas del tandem Buñuel/Dalí: El corto “Un perro andaluz” (1929) y el mediometraje “La Edad de Oro” (1930).

La escena del sueño de la chica, cuyos protagonistas son unos maniquíes animados, tiene las características de un número musical. La banda sonora contiene ritmos demasiado convencionales que no resaltan de forma demasiado acertada el caracter onírico de las secuencias.

Podría calificarse el experimento de Richter como un predecesor directo del movimiento beatnik (y luego el hippy-psicodélico) que comenzaría a hacer irrupción una quincena de años después.

Películas neo-surrealistas bastante más recomendables a mi juicio son las del checo Jan Svankmajer, especialmente la excelente “Otesánek” (2000).

FHP, noviembre de 2015

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