Los cuatro del Apocalipsis – Lucio Fulci, 1975

Los cuatro del Apocalipsis (VO: I quattro dell´Apocalisse)

Italia, 1975

Director: Lucio Fulci

Género: Western

Guión: Ennio de Concini y Lucio Fulci (basados en historias de Bret Harte)

Intérpretes: Fabio Testi (Stubby Preston), Lynne Frederick (Bunny O´Neill), Tomas Milian (Chaco), Donald O´Brien (Sheriff)

Música: Franco Bixio, Fabio Frizzi, Vince Tempera

Argumento

Utah, 1873. El jugador profesional Stubby Preston llega al poblado de Salt Flats con la intención de trabajar en el saloon-casino. Sin embargo, el tahúr es inmediatamente detenido por el sheriff; quien echa al fuego sus barajas de cartas y lo mete en el calabozo. Allí, Stubby conoce a otros tres reclusos: La joven prostituta Bunny (que está embarazada), un negro algo desquiciado llamado Bud y el alcohólico empedernido Clem.

Esa misma noche se produce un violento asalto al saloon. Hombres enmascarados acribillan a balazos a todos los que allí se encuentran, ante la pasividad del sheriff – quien sin duda estaba compinchado con los autores de la masacre. De ese modo, Stubby ha tenido suerte al encontrarse encerrado en una celda, y puede decirse que encerrándole el sheriff le ha salvado la vida. Al día siguiente el jugador y sus tres compañeros de cautiverio son puestos en libertad. Atravesando el desierto en un coche de caballos se dirigen hacia el siguiente pueblo. Por el camino se encuentran con una caravana de colonos venidos de Suiza, pertenecientes a alguna secta protestante similar a los mormones o a los amish. Llama la atención el contraste existente entre los miembros de la congregación, tan devotos y estrictamente religiosos, y los “cuatro del apocalipsis” (Uno que se lucra gracias a los ludópatas, una que alquila su cuerpo,  un borracho que ante la falta de whisky no duda en beber colonia y un loco). Obviamente Stubby no les revela a los suizos a qué se dedican realmente, y Bunny y él se hace pasar por marido y mujer. Stubby nota que los evangelistas van desarmados, y por tanto desprotegidos; pero el líder del grupo asegura que cuentan con “las armas de Dios”.

Llega el momento de separarse de los colonos y los cuatro continúan su viaje. Notan la llegada de un grupo de bandidos pero tienen tiempo de esconderse. Se dan cuenta de que se trata de una zona peligrosa, llena de forajidos e indios. No sólo los amish corren peligro: También ellos.

Durante la celebración del cumpleaños de Bunny una bala acierta en la cantimplora de la que estaba bebiendo Stubby. El autor del disparo se acerca al grupo: Se trata de Chaco, un pistolero mexicano. El inquietante individuo se les ofrece para protegerlos (“Soy buen cazador”), a cambio de viajar con ellos en su coche de caballos. Stubby decide aceptarlo. Durante algún tiempo todo funciona bien. Chaco cuenta con una gran habilidad con las armas de fuego y gracias a su puntería nunca les falta comida. El mexicano también repele a unos jinetes que cabalgaban amenazadoramente hacia ellos. Mata a tres de ellos y hiere a un cuarto, quien resulta ser un sheriff. Chaco lo tortura sádicamente, ante sus perplejos compañeros de viaje. Stubby considera que se trata de una crueldad innecesaria.

Por la noche, Chaco les ofrece peyote a Stubby, Bunny y Bud. A Clem en cambio le promete alcohol. Ellos no sospechan las verdaderas intenciones del mexicano: Obnubilarlos mediante el cactus alucinógeno para dejarlos fuera de combate y largarse con sus escasas pertenencias y el coche de caballos, abandonándolos en el desierto. Chaco utiliza a Clem para que éste ate a sus amigos, a cambio del prometido alcohol. Ansioso por remojar etílicamente el gaznate, el borracho obedece sin rechistar. Pero Stubby no está del todo drogado y alcanza a ver como Chaco aprovecha para beneficiarse a la inconsciente Bunny. Eso enciende su ira. Cuando Clem comprende lo que ha pasado, percatándose de cómo ha sido usado por Chaco, trata de golpearlo con una piedra pero el bandido le dispara a la pierna; y se marcha dejando a los cuatro en las tórridas arenas sin agua ni provisiones.

Stubby logra liberarse de sus ataduras, y junto a los otros tres prosigue su marcha. Clem está malherido, y el estado de Bunny es cada vez más delicado a cuasa de su embarazo.

Ahora el principal objetivo de Stubby no es ya llegar al siguiente pueblo, sino encontrar a Chaco para ajustarle las cuentas. Tras unos días más de trayecto, los cuatro se conmueven ante un espeluznante hallazgo: Los cadáveres de los miembros de la comunidad evangelista junto a los que viajaran un tiempo atrás; decenas de cuerpos humanos pasto de los buitres. Una carnicería horrenda; hombres, mujeres y niños inocentes sanguinariamente masacrados.

Stubby está convencido de que tras tamaña matanza sólo puede haber un responsable: Chaco. Y jura venganza para hacerle pagar por sus crímenes…

Comentario

Éste tardío western fulciano goza de la reputación de ser una de las películas más violentas del subgénero. La historia no es una idea original de Fulci ni del guionista Ennio De Concini (autor de la genial trama de las primeras temporadas de “La Piovra”), sino que está basada en dos relatos del autor norteamericano Bret Harte, especializado en aventuras con temática del oeste.

Lucio Fulci, quien en los años siguientes se dedicaría casi exclusivamente al terror y a temas oscuros, escabrosos y macabros, había dirigido antes otro memorable western: “Tempo di massacro” (1966), protagonizado por Franco Nero y superior en mi opinión a éste “Los cuatro del Apocalipsis”.

La violencia explícita es una constante, sobre todo desde la aparición del sádico Chaco (quien, entre otras atrocidades, despelleja lentamente a un sheriff con la metálica punta de su estrella-placa).

Tomas Milian, el actor encargado de interpretar al brutal bandido, declaró que para caracterizar al personaje se inspiró en Charles Manson. Y es cierto que tanto en el aspecto como en las gesticulaciones y el lenguaje corporal Chaco recuerda bastante al instigador del demencial asesinato de Sharon Tate. El uso del peyote, como análogo al LSD tan en boga en el ámbito hippy-satánico de los últimos sesenta, podría ser otro guiño al paralelismo entre el villano de la película y Manson.

La atmósfera surreal e hipnótica del pueblo fantasma y del cementerio está muy bien lograda. Resulta un pequeño anticipo de lo que Fulci nos brindaría pocos más años más tarde con joyas del terror onírico y lovecraftiano como “L´Aldilà” (1981) y “Paura nella città dei morti viventi” (1980).

Stabby está encarnado por Fabio Testi, a quien vimos en excelentes thrillers polizzieschi como “Revolver” (Sergio Sollima, 1973) o “Il grande racket” (Enzo G. Castellari, 1976). A Bunny la interpreta la británica Lynne Frederick, quien moriría trágicamente con sólo 39 años como consecuencia del abuso del alcohol y las drogas.

La banda sonora está compuesta por Fabio Frizzi, autor de las magistrales músicas de las antes mencionadas “L´Aldilà” y “Paura nella città dei morti viventi”. Y también por Vince Tempera, quen asimismo volvería a colaborar con Fulci en “La casa del tiempo” (1989). Teniendo en cuenta el altísimo nivel de esos compositores (sobre todo de Frizzi) el trabajo que desempeñaron en “Los cuatro del Apocalipsis” resulta un tanto decepcionante.

FHP, abril de 2017

2 comentarios en “Los cuatro del Apocalipsis – Lucio Fulci, 1975

  1. […] En el pueblo se encuentran durante los macabros sucesos dos forasteros: por un lado Andrea Martelli, un periodista que está de vacaciones; por otro lado Patrizia, una bella y libertina joven milanesa, rica y consentida, que ha sido enviada por su padre al pueblo de donde él procede para alejarla de las malas compañías en Milán; donde la chica se había sumergido en el “mundo del vicio y de las drogas”. (Patrizia está interpretada por Barbara Bouchet, actriz que tambien aparece en  “Milano Calibro 9”, y Andrea por Tomas Milian, co-protagonista en un italo-western del propio Fulci: “Quatro dell´Apocalisse”) […]

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