Quando Alice ruppe lo specchio a.k.a. “Touch of Death” – Lucio Fulci, 1988

QUANDO ALICE RUPPE LO SPECCHIO a.k.a. «When Alice broke the mirror» a.k.a. “Touch of Death”

Italia, 1988

Director: Lucio Fulci

Género: Terror (serie B, gore)

Guión: Lucio Fulci

Intérpretes: Brett Halsey (Lester Parson), Ria De Simone (Alice Shogun), Michele Soavi (Tommy)

Música: Carlo Maria Cordio

A finales de los años ochenta empezó para Lucio Fulci un proceso de decadencia que le alejaría definitivamente de sus “glorias pasadas”. Si bien el Padrino del Gore nunca cosechó un éxito comercial arrollador ni gozó de particular renombre entre los aficionados al cine de género (no sería hasta despues de su muerte que sus películas trascenderían al status de culto), había filmado en los años setenta y primeros ochenta algunos films de gran calidad técnica y artística. La acuciante necesidad de dinero llevó a Fulci a trabajar en subproductos televisivos que contaban con un presupuesto misérrimo. Ésto, sumado a la falta de motivación del maestro y al pésimo trabajo de los “actores” provocaron vergonzantes abortos del celuloide como “Los Fantasmas de Sodoma” (que no obstante tiene un cierto encanto, por lo absurdo de la propuesta) o “La Dolce Casa degli Orrori”, un aburridísimo bodrio que se supone película de terror pero es en realidad un despropósito infantiloide y kitsch. A éste poco fructífero periodo pertenece “Quando Alice ruppe lo specchio”, que destaca entre las antes mencionadas bazofias por ser un film sumamente entretenido, interesante y digno de ver, que no decepcionará a los fans del atípico e irregular cineasta romano.

Estamos ante una especie de comedia negra grotesca e hilarante, con generosas dosis de visceral salvajismo y delirio fulciano. Ya el argumento es prometedor: Lester Parson, un playboy ludópata cincuentón, se dedica a seducir mujeres maduras a las que asesina para hacerse con su dinero, el cual necesita para gastárselo en las apuestas de carreras de caballos. Dichas mujeres son de aspecto bastante nauseabundo (una de ellas hasta tiene vello facial) lo que otorga a la cinta un cariz aún más bizarro. En las primeras escenas vemos como se dedica a descuartizar a una de sus víctimas mientras silba alegre y despreocupadamente, para después deshacerse de los restos echándoselos a los cerdos. Las vísceras sobrantes las pasa por la picadora de carne y se las da de comer a su gato. Lester desvalija la mansión llevándose una buena cantidad de dinero en efectivo. Cuando regresa a su casa y enciende el televisor, se queda estupefacto al ver en las noticias que sorprendentemente alguien ha sido testigo de su crimen y que se han hallado los restos del cadáver. El dinero sustraído acude raudamente a jugárselo en las apuestas y, como era de esperar, lo pierde. Así, el protagonista de nuevo se ve obligado a engatusar a una rica viuda y repetir su criminal proceder. Una vez más Lester comprueba anonadado al ver el informativo televisivo, que su asesinato no ha pasado completamente inadvertido: La policía ya tiene indicios para abrir una investigación y dar caza al psicópata, del cual se sabe que lleva barba y gafas (como Lester). Así que nuestro amigo se afeita y se pone lentillas. (hasta tres veces cambiará de look a lo largo de la película) No concibe cómo es posible que despues de cada crimen una noticia sobre el mismo aparezca en televisión a pesar de haberse desembarazado del cuerpo, no entiende quien le está vigilando. A decir verdad, nosotros tampoco.

Y es que en una película de Fulci como ésta lo más importante no es lo que pasa, ni mucho menos por qué pasa, si no cómo pasa: Así tenemos por ejemplo la desquiciadamente cómica secuencia en la que Lester quiere hacer beber a su víctima algo de champagne envenenado para liquidarla de forma limpia y efectiva. Despues de varios intentos que no alcanzan el resultado deseado (ella no quiere beber, o cambia las copas mientras Lester no mira, o bebe pero seguidamente vomita…) el ludopsicópata, harto, decide dejarse de sutilezas, toma un bate de baseball y le revienta la cabeza de manera bestial, con varios golpes que no adolecen de encarnizado salvajismo. La pobre mujer ha perdido un ojo y parte de la masa encefálica le chorrea por la cara, pero increíblemente sigue viva. Y no solo eso: además tiene aún las fuerzas suficientes para tratar de defenderse! Entonces Lester la agarra de los pelos, la lleva hasta la cocina y le mete la cabeza en el microondas. En primer plano vemos durante medio minuto como el potente calor del aparato va haciendo su efecto en la ya destrozada cara de la víctima.

Por lo increíble de la escena es imposible tomarse en serio lo que vemos, aún cuando se trata de algo no apto para estómagos sensibles, y muy capaz de provocar arcadas.

La película cuenta con un desenlace harto confuso, e indescifrable de manera racional. Tal vez pseudosobrenatural sea la definición más acertada.

En definitiva, “Quando Alice ruppe lo specchio” no es ni de lejos una de las mejores pruebas del buen hacer cinematográfico de Fulci, pero si constituye una delirante muestra del género psychothriller-gore con grandes toques de humor negro y absurdo. Buen trabajo del actor que interpreta a Lester, y la pericia de Fulci como director queda patente una vez más (gran secuencia inicial a cámara subjetiva).

FHP, 2008

3 comentarios en “Quando Alice ruppe lo specchio a.k.a. “Touch of Death” – Lucio Fulci, 1988

Deja un comentario