Ladrón – Michael Mann, 1981

Ladrón (V.O. Thief)

EEUU, 1981

Director: Michael Mann

Guión: Michael Mann (basado en novela de Frank Hohimer)

Intérpretes: James Caan (Frank), Tuesday Weld (Jessie), Willie Nelson (Okla), Jim Belushi (Barry)

Música: Tangerine Dream

Género: Thriller

Argumento

Frank es un audaz ladrón profesional especializado en desvalijar cajas fuertes y en robar diamantes. Acostumbra a trabajar solo o con unos pocos colaboradores que le facilitan información y logística. También cuenta con una red de contactos para vender las costosas piedras sustraídas. Frank, hombre divorciado y solitario, se ha enamorado de Jessie, una humilde camarera. Desea entablar una relación con ella, pero no sabe cómo explicarle a la chica la peculiar forma que tiene de ganarse el sustento.

Pronto Frank tiene problemas con un individuo que distribuye los diamantes por él robados. El ladrón se siente estafado al no recibir de él la suma convenida, y empuñando una pistola amenaza al contrabandista en su oficina para que le pague su dinero.

Gracias a la intercesión de un poderoso jefe gangsteril llamado Leo, Frank logra cobrar lo que le corresponde. Pero ambos, que se han citado en una zona portuaria, ignoran que están siendo vigilados por la policía. Durante el encuentro Leo trata de convencer a Frank de que trabaje para él en su organización. Frank inicialmente se resiste a ello, pues no quiere perder su independencia; siempre ha sido su propio jefe. Pero Leo insiste en que si trabaja con su equipo tendrá las espaldas cubiertas, su protección estará garantizada.

Esa misma noche, Frank tenía una cita con Jessie; pero llega tarde y cuando ella reacciona indignada el ladrón finalmente le revela a qué se dedica. Jessie no le rechaza, pero espera que Frank abandone esa vida turbulenta y llena de peligros. Lo cierto es que él desea formar una familia, y acaricia efectivamente la idea de retirarse. Pero no antes de dar un último golpe, uno que pueda garantizarles un futuro en común libre para siempre de preocupaciones económicas.

A través de Leo, Frank recibe el encargo de realizar un robo multimillonario en el “Bank of California”. La organización de Leo está al corriente de que allí les espera un jugoso botín en diamantes. Frank y su cómplice Barry comienzan la meticulosa planificación. Desde el techo de un edificio vecino estudian las posibilidades que tienen de acceder al interior, de desconectar las alarmas y de llegar hasta la caja fuerte. Ésta última, según las informaciones que poseen, será especialmente difícil de abrir; pues está blindada con titanio.

Frank contacta a un soldador amigo suyo que trabaja en los hornos de una fábrica para que le facilite las herramientas y el instrumental que necesitará.

Mientras se va preparando el golpe, se consolida el noviazgo entre Frank y Jessie. La pareja se muda a vivir en una casa que les facilita Leo. Éste también les sirve de intermediario para que puedan adoptar a un bebé, pues Jessie no puede tener hijos. El ladrón y su prometida visitan en el hospital a David alias “Okla”; un viejo presidiario que fue el mentor de Frank enseñándole todo lo que sabe. El moribundo expira en presencia de su discípulo. Poco después Frank y Jessie deciden llamar David a su recién adoptado bebé, en honor del fallecido “Okla”.

Frank se da cuenta de que el trabajar para una banda le trae más inconvenientes que ventajas: Ahora está siendo seguido a todas partes por la policía. Antes siempre había pasado desapercibido para las autoridades. Los agentes le vigilan permanentemente desde que lo vieron con Leo en el puerto. Además, han colocado micrófonos en su nueva casa (la que le ha proporcionado Leo). Frank acude ante el jefe para protestar; Leo afirma que no hay de qué preocuparse y le insta a que continúe con los preparativos del macro-robo.

Cuando Frank consigue las herramientas que necesita, llega el momento propicio para realizar el golpe; la “Noche N” por así decirlo. Junto a Barry y otro compinche, Frank entra a través del techo del “Bank of California”. El trío se descuelga a través del hueco del ascensor tras neutralizar las alarmas. Pertrechados con una radial, un soplete, un taladro y una lanza térmica; los ladrones comienzan a forzar y a perforar la acorazada puerta de la caja de caudales. Cuando logran abrirla, saquean la gran cantidad de diamantes custodiados en su interior.

Tras cobrar su parte, Frank piensa dejar atrás la vida de delincuente y vivir una vida plácida con Jessie y su hijo. Pero no todo será tan fácil como él espera…

Comentario

En su biografía de Anthony “Gaspipe” Casso, importante figura de la familia Lucchese de la Mafia neoyorkina, el autor Phillip Carlo revela que la idea original para la realización de la película que nos ocupa empezó a gestarse de la siguiente manera: El ladrón profesional Frank “Beansy” Melli, uno de los integrantes de la banda de “Gaspipe”, era amigo personal del actor James Caan (el célebre Sonny Corleone de “El Padrino”); y le contó a éste detalles de sus golpes – Es de suponer que sin especificar los lugares concretos y las fechas, para evitar ser comprometido directamente en robos reales, pero sí que le explicó con todos sus pormenores las técnicas que “según le habían dicho” se usaban en la apertura de cajas fuertes en bancos y joyerías: La metodología del oxicorte, el empleo de la lanza térmica… Todo ello puede apreciarse en varios momentos de la película.

Consciente del potencial que una historia del género tendría en la gran pantalla, Caan acudió al director Michael Mann y le propuso escribir un guión al respecto. Eso fue en 1972, nueve años antes del estreno del film. Así, el realizador usaría como hilo argumental para la historia la novela autobiográfica “The Home Invaders: Confessions of a Cat Burglar” escrita por el ladrón de joyas John Seybold bajo el pseudónimo de “Frank Hohimer”.

El protagonista Frank encarna a una especie de “anarquista del hampa”, muy celoso de su independencia. Como quiere ir siempre por libre no le gusta la idea de formar parte de una banda. Pero decide ponerse al servicio de Leo, un jefe del crimen organizado, ante la expectativa de realizar un gran golpe definitivo que le permita retirarse y vivir una vida tranquila con mujer e hijo. Sin embargo, se percatará demasiado tarde de que Leo sólo quiere utilizarlo. No le pagará la cantidad acordada y le chantajeará amenazando a su familia si no ejecuta otros “trabajos” para él. Frustrado por ésta traición, y aunque brutales policías le pisan los talones, Frank trama su venganza tras poner en seguridad a Jessie y el bebé…

La película emplea el muy habitual arquetipo hollywoodiense del “lobo solitario”: El “héroe” y el “modelo a seguir” es aquel que se niega a formar parte de un grupo organizado y con cohesión, que termina enfrentándose a éste y sale victorioso. El mensaje implícito es que los grupos estructurados, unidos por intereses comunes, son “malos”; mientras que lo “ideal”, lo “bueno”, sería que cada uno fuera por su cuenta, preservando su “independencia”.

En la película se observan también los estilos de vida diametralmente opuestos de Frank y de Jessie. El primero gana grandes cantidades de dinero, aunque arriesgando siempre el pellejo y la libertad; mientras que la segunda lleva una vida gris y aburrida, pero estable y sin contratiempos. Parece confirmarse que los polos opuestos se atraen.

La excepcional banda sonora fue compuesta por los Tangerine Dream, máximos exponentes del rock progresivo alemán (o krautrock) y de la música electrónica atmosférica a base de sintetizadores.

FHP, septiembre de 2016

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