Nekromantik – Jörg Buttgereit, 1987

Nekromantik – Alemania, 1987

Género: Terror (underground)

Director: Jörg Buttgereit

Guión: Jörg Buttgereit, Franz Rodenkirchen

Intérpretes: Bernd Daktari Lorenz (Robert), Beatrice Manowski (Betty)

Música: Hermann Kopp &al.

El berlinés Buttgereit es junto a Olaf Ittenbach y Andreas Schnaas uno de los exponentes del subgénero conocido como ultragore alemán, la vertiente más salvaje, bestia, chabacana y burda del cine de vísceras y casquería. Sus trabajos destacan en medio de ese sangriento triunvirato por ser los que más cerca están de poseer cualidades artísticas, sin limitarse solamente a provocar arcadas (o risas) en el espectador. Nekromantik, la opera prima de Buttgereit, tiene la misma reputación infame y similar status de culto como película prohibida que la italiana Holocausto Canibal. Y doy fe de que no es para menos, pues estamos probablemente ante uno de los films mas enfermos y sórdidos que se han grabado jamás. Nekromantik no deja indiferente a nadie, pues trata un tema tan escabroso como la necrofilia de manera harto explícita. Este eterno tabú tambien se toca en Buio Omega o Dellamorte Dellamore, pero en un tono muy diferente, que no llega a resultar tan desconcertante.

Robert trabaja para un servicio de recogida de cadáveres, ocupación muy acorde a su desviación sexual, pues es necrófilo. Con frecuencia, a escondidas de sus compañeros, acostumbra a llevarse a casa como trofeo restos humanos (ojos, pies, manos…) que conserva en frascos de formol. Su novia Betty comparte con él ese macabro fetichismo. Un día Robert consigue hacerse con un cadáver entero, y la perversa pareja se entrega con él a las más nauseabundas voluptuosidades. Hay que mencionar que el cuerpo está en avanzado estado de putrefacción. Pero esto no es obstáculo para que Rob y Betty realicen con él un trío. Cuando la chica clava en la entrepierna del difunto un trozo de tubería sobre el que ha colocado un condón para seguidamente penetrarse con él es una de las escenas más bizarras que he tenido la oportunidad de observar, sólo superada por la alucinante secuencia final.

El fúnebre ménage a trois está abocado al fracaso, entre otras cosas debido a la corrupción física irremisible del componente finado de la tríada sexual.

Las desgracias comienzan cuando Robert es despedido de su trabajo, por desaveniencias con uno de sus compañeros. Entonces su novia le increpa furibunda algo así como “Y quien nos va a traer ahora cadáveres a casa?”. Poco despues, como era de preveer, Betty le abandona, llevándose al muerto consigo. Robert se queda solo, frustrado y hundido. En su desesperación agarra un gato que había conseguido para regalar a Betty, lo introduce en un saco y lo destroza a base de golpes contra la pared. A partir de ahora, el protagonista se ve envuelto en una espiral autodestructiva a base de alcohol, drogas y crímenes. Intenta tener sexo con una prostituta pero no es capaz de excitarse porque no está muerta, por lo tanto la extrangula. Cuando a la mañana siguiente aparece el vigilante del cementerio, donde la cópula necrófila ha tenido lugar, encontrando al degenerado sobre su víctima; Robert le rebana instintivamente media cabeza de un palazo y se da a la fuga.

SPOILER:

Despues de tantos excesos, abrumado por la frustación y la melancolía, Robert toma la resolución de suicidarse. Tendido sobre su cama se apuñala repetidas veces el estómago. Al mismo tiempo ha conseguido una erección, y va eyaculando (semen primero y sangre despues) mientras se va rajando el vientre. Esta secuencia ultrabizarra de mortuorio éxtasis orgásmico puede dejar anonadado a más de uno. La última escena consiste en un plano general de la tumba de Robert, en el camposanto. En un extremo de la pantalla vemos como aparecen una pala y una pierna femenina. Será Betty, dispuesta a desenterrar a su ex-novio para “reconciliarse” con él? Así, dejándonos en la intriga, finaliza la película.

FIN DEL SPOILER

La más conocida de las películas de Buttgereit fue grabada con nula calidad técnica y cero presupuesto, la condición amateur de la cinta se percibe en todo momento, así como la interpretación de actores no profesionales, amigos y conocidos del director. No obstante cuenta a mi parecer con una excelente banda sonora original, la melodía a piano del tema principal y todos los efectos sonoros son dignos de elogio, sobre todo teniendo en cuenta que esta es una producción practicamente casera.

Son tambien de agradecer las sutiles pinceladas de humor negro de la película, que contribuyen a contrarrestar la dureza de la propuesta.

Nekromantik, uno de los films más depravados de todos los tiempos, solo es apto para estómagos a prueba de bombas; y recomendable, tan solo para mentes enfermas.

Bonus:

A propósito de temática necrófila no puedo obviar un excelente thriller danés que he visto recientemente: Nattevagten (aka Nightwatch), 1994, de Ole Bornedal. Interesantísima esta película escandinava sobre un jóven estudiante llamado Martin que encuentra trabajo como vigilante nocturno en una morgue. El anterior guarda había sido despedido por desfogarse sexualmente con los cadáveres. En la ciudad anda suelto un peligroso psicópata que gusta de despellejar prostitutas. Este individuo opera en las inmediaciones del tanatorio, y poco a poco Martin se va convirtiendo en el principal sospechoso…

La construcción de la trama es impecable, y cuenta con unas reminiscencias a giallo de las que Dario Argento estaría orgulloso. Extrañamente se trata de un film muy poco conocido, pues es altamente recomendable, y cuenta con una buena nota en el Imdb. Hará las delicias de los aficionados al suspense. A destacar la escena en la que el asesino entra en el apartamento de Joyce para matarla. La música de fondo subraya la intensidad de la secuencia, muy bien rodada.

Un par de años más tarde el propio director hizo un remake en Estados Unidos con presupuesto hollywoodiense y actores americanos, cosa que no hubiera hecho falta en absoluto. Más bien deberían haber encontrado mejores canales de distribución para la cinta original.

FHP (AlucineCinéfago) , 2008

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