Revólver – Sergio Sollima, 1973

Revolver

Italia, 1973

Director: Sergio Sollima

Guión: Massimo De Rita, Arduino Mauri, Sergio Sollima

Intérpretes: Oliver Reed (Vito), Fabio Testi (Milo), Agostina Belli (Anna)

Música: Ennio Morricone

Género: Polizziesco, Thriller

Argumento

Dos delincuentes huyen de la policía, uno de ellos gravemente herido. Éste último, cuando ya han logrado escapar al campo, muere en los brazos de su amigo; quien le entierra junto a un río.

Mientras tanto, un personaje importante apellidado Harmakolas es asesinado a tiros por un sicario que le acribilla disparando desde una motocicleta. Poco después, el célebre cantante pop Al Niko es llamado a declarar. Han encontrado la moto usada por el asesino, que estaba a nombre del famoso.

Al repone que es cierto que la compró él, pero que se la regaló hace años a un amigo suyo, llamado Jean Daniel. Las autoridades también han hallado un cadáver que Al ha de reconocer: El del pistolero, quien fue embestido por un tren. Pese a lo destrozado del cuerpo, el cantante afirma rotundamente que se trata de Jean Daniel. El comisario sabe que Jean Daniel era un delincuente habitual que en el pasado había trabajado como guardaespaldas para Harmakolas; y que al ser despedido, juró venganza. Ahora, la policía tiene (o cree tener) un asesino y un móvil para el crimen, y declara el caso como cerrado.

Vito Cipriani es un rudo ex-policía que trabaja en Milán como vice-director de una prisión. Acaba de casarse con la bella Anna. Cuando una noche regresa a su hogar, comprueba que su joven mujer ha desaparecido. De inmediato suena el teléfono: Alguien le comunica que si quiere volver a ver con vida a Anna deberá arreglar la fuga de Milo Ruiz, uno de los internos de la cárcel en la que trabaja.

Al día siguiente, Vito se dirige a la celda de Milo: Vemos que se trata del mismo individuo que escapaba en la escena incial con su compinche malherido. Vito quiere saber quiénes son “sus amigos”, quiénes son los que intentan ayudarle a volver a la calle. Milo no sabe de qué puede tratarse, y pese a los expeditivos métodos interrogatorios del ex-policía no revela nada. Vito intenta averiguarlo entonces mediante soplones en los bajos fondos. Pero por la noche recibe una nueva llamada amenazadora: Los secuestradores saben que ha iniciado pesquisas y le recuerdan que haga salir a Milo cuanto antes o su mujer morirá.

Para facilitar la huída del preso, Vito le pega una paliza con el fin de mandarle a la enfermería. Una vez allí, le explica el carcelero a Milo, le allanará el camino para que pueda fugarse, haciendo llamar a su despacho al agente que le custodie.

El plan se pone en marcha, y Milo consigue evadirse de prisión. Pero fuera ya se encuentra Vito esperándole. Le lleva a su casa, esposado, a la espera de que los raptores de Anna se comuniquen con él para acordar el lugar donde habrá de hacerse el intercambio de rehenes. Milo sigue insistiendo en que él no tiene ni idea de quién puede estar tomándose tantas molestias para liberarlo, pues está seguro de no tener amigos importantes. Uno de los pocos amigos verdaderos que tuvo en su vida, lo enterró con sus propias manos…

Mientras Vito espera en su casa con Milo a que suene el teléfono, alguien llama a la puerta… Se trata de Fantuzzi, uno de sus subordinados, el guardián que debía custodiar a Milo en la enfermería. Fantuzzi le explica a Vito algo que él ya sabe de sobra; la fuga del delincuente. Precisamente entonces llaman los secuestradores dándole instrucciones para el canje. Vito decide contarle a su leal empleado toda la verdad, y éste promete ayudarle.

Esa noche, Vito acude con Milo al lugar indicado por los chantajistas. Pero cuando éstos aparecen no hay rastro de Anna. El ex-policía dice que no les entregará a Milo a menos que ellos le devuelvan a su mujer, y se vuelve a marchar. Mientras tanto, Fantuzzi sigue a los secuestradores hasta su guarida, pero es descubierto. Sólo tiene tiempo de hacer una breve llamada a su jefe desde una cabina antes de que lo asesinen atropellándolo.

Cuando Vito llega al lugar que le ha indicado Fantuzzi, ya es demasiado tarde. El jefe de la banda se ha llevado a Anna a otro lugar. Pero antes, la chica le ha dejado escrita una nota (por orden del secuestrador) para hacerle saber que está viva; y además ha tenido tiempo de señalar en la página de un periódico una noticia que hacía alusión a Francia – Una posible referencia al siguiente lugar al que piensan llevarla…

Vito y Milo van a ver a un soplón francés que les pone sobre la pista de Al Niko, el cantante, quien vive en París. Resulta que Al es un viejo amigo de Milo. Los dos, además, eran amigos de Jean Daniel, el supuesto asesino de Harmakolas. Al menciona haber reconocido el cadáver de Jean Daniel después de que éste fuera arrollado por un tren… Pero Milo sabe que eso no es posible, ya que él estaba con Jean Daniel cuando murió y fue él mismo quien lo sepultó junto a un río a las afueras de Milán. De ese modo sale a la luz que alguien quería culpabilizar del asesinato de Harmakolas a Jean Daniel para cerrar el caso rápidamente y proteger a los auténticos asesinos…

Comentario

Sólido, intrigante e interesantísimo thriller polizziesco que por su estilo recuerda en ocasiones a la saga de “La Piovra” (miniseries que llegarían en la década siguiente de la mano de Damiano Damiani y otros directores).

Tras el secuestro de la mujer de Vito se esconden los mismos que asesinaron a Harmakolas… Y Vito comienza a sospechar que a Milo lo querían fuera de la cárcel para matarlo, para que nunca pudiera difundir la verdad sobre su amigo Jean Daniel haciendo que la versión oficial se tambalease…

Vito y Milo, tan hostiles el uno hacia el otro desde el principio, son compañeros de aventuras a su pesar. No tienen más remedio que forjar una alianza. Vito ansía rescatar a su mujer al precio que sea, y Milo sólo quiere sobrevivir (y de ser posible, en libertad). Juntos tratarán de desbaratar una enrevesada trama criminal en la que también parece estar envuelta la industria discográfica. El personaje de “Al Niko” representa a esos efímeros famosetes y cantantes de moda que aparecen de la noche a la mañana ensalzados por los medios para aborregar a las masas y que una vez han dejado de ser útiles desaparecen igual de rápidamente (y a veces en trágicas circunstancias).

El director Sergio Sollima había realizado con anterioridad el memorable giallo “Un diablo en el cerebro” (1972) o el western “Corre, hombre, corre” (1968) – Probablemente ésta última la más conocida de sus películas.

El actor inglés Oliver Reed interpreta al duro ex-policía Vito Cipriani, y su mujer Anna es la hermosa Agostina Belli – A quien vimos en el film sobre la Mafia “Baciamo le mani” (Vittorio Schiraldi, 1973) y en la excelente “La notte dei diavoli” (Giorgio Ferroni, 1972) basada en un cuento gótico ruso de Aleksei Tolstoy.

El papel de “Milo Ruiz” recae sobre Fabio Testi, protagonista del soberbio polizziesco “Il Grande Racket” (Enzo G. Castellari, 1976).

La banda sonora fue compuesta por el prolífico maestro Ennio Morricone.

FHP, septiembre de 2016

 

3 comentarios en “Revólver – Sergio Sollima, 1973

Deja un comentario